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Las falsificaciones más famosas del arte

In Cultura
mayo 17, 2021

Las falsificaciones de los más famosos cuadros han existido desde los inicios del propio arte. En muchos casos, este tipo de técnicas para copiar ilegalmente una obra, se realiza para estafar a coleccionistas y amantes del arte.

Desde hace miles de años, el arte ha acompañado a la humanidad. Desde los dibujos prehistóricos realizados con instrumentos rupestres, hasta las esculturas del genio del Renacimiento, Miguel Ángel. A través del arte la humanidad ha encontrado regocijo, una forma de comunicarse y de dejar plasmados sentimientos o emociones para la posteridad.

Desafortunadamente, durante muchos siglos, a la vez que se creaban las pinturas del arte más famosas, también se desarrollaban técnicas ilegales de falsificación. Aunque algunas falsificaciones fueron realizadas de forma inocente como admiradores de cierto pintor en relación con los cuadros por encargo al óleo, otras están especialmente destinadas para engañar al público y a los coleccionistas.

¿Cuáles han sido las falsificaciones más famosas en la historia del arte?

Un estudio reciente elaborado por el Instituto de Expertos en Bellas Artes de Suiza afirmó que en el mercado al menos el 50% de las obras de arte son falsificaciones.

Una falsificación es un trabajo realizado con herramientas cada vez más avanzadas, capaces de generar la ilusión de que un determinado cuadro es una pieza auténtica. En este sentido, decenas de falsificadores al año logran engañar intencionadamente a museos, coleccionistas y público en general.

A lo largo de los siglos han existido miles de casos de falsificaciones, sin embargo, algunas de las obras de arte falsificadas más emblemáticas en la historia del arte se encuentran en esta breve lista.

Henri Leroy 

La obra Henri Leroy ha sido atribuida al artista Jean-Baptiste Camille Corot, que se estima que en vida llegó a realizar más de 3.000 obras, muchas de ellas reproducidas en https://reproduccionesdecuadros.com/cuadros-por-encargo/. Sin embargo, esta pieza es propiedad de uno de los mejores falsificadores de todos los tiempos: Eric Hebborn. De hecho, este falsificador llegó a hacer tantas copias que aún el mercado del arte pone en duda muchas obras que parecen auténticas.

Acuarelas

Durante los años de 1960, David Stein, un comerciante de arte estadounidense vendió a un comerciante neoyorquino tres acuarelas que atribuyó al pintor ruso Marc Changall. Las obras carecían de autenticidad, ya que el propio Stein las había pintado y creó cartas falsas de autenticación. Tras ser descubierto por el propio pintor ruso, Stein cumplió condena en la cárcel, pero la fama que adquirió le ayudó a convertirse en un pintor reconocido.

El archivo de Frida Khalo

Frida Khalo ha sido considerada una de las artistas mexicanas más conocidas en todo el mundo, sus mejores obras son reproducidas por webs como https://retratosdeencargo.com/reproducciones-de-cuadros/.

No obstante, aunque aún se investiga su autenticidad, una colección de la artista mexicana Frida Khalo sacada a la luz en 2009 podría ser una completa falsificación. Lo que algunos expertos e historiadores del arte consideran uno de los mayores engaños en el arte, contiene cartas, pinturas y otros materiales cuya procedencia no está confirmada.

Una alegoría

Las obras del pintor italiano Sandro Botticelli han cautivado a generaciones. De hecho, es uno de los pintores icónicos que más reproducciones de sus obras originales acumula y que se pueden solicitar en https://retratosdeencargo.com/.

Sin embargo, a finales del siglo XIX, la Galería Nacional de Londres compró una obra falsificada atribuida a Sandro Botticelli: una alegoría. Esta pintura fue adquirida durante la compra de Venus y Marte de Botticelli, que sí resultó original. Desafortunadamente, el museo londinense invirtió más recursos en la obra falsificada del pintor italiano que en la auténtica.

Los proverbios holandeses

Uno de los casos más emblemáticos de falsificación, sin duda, es el de Los proverbios holandeses, obra atribuida a Pieter Brueghel padre. Lo curioso de este caso, es que las obras no auténticas adjudicadas a este pintor fueron realizadas por su propio hijo, Peter Brueghel, el joven.

La admiración del joven por la obra de su padre lo llevó a imitar sus cuadros, que en la mayoría de los casos no se trataban de copias exactas, pero que han causado confusión entre los admiradores del arte y los coleccionistas, a quienes aún les cuesta distinguir entre la obra Pieter Brueghel padre y Pieter Brueghel hijo.