Desde que las mechas se abrieran camino en los salones de belleza de la década de los años 40, cada año convencen más.
Son la alternativa perfecta para quienes buscan dar un poco de luz a sus tonos naturales o, por el contrario, buscan alejarse de un tinte único y dar brillo y color a sus cabezas.
Desde el corazón de Malasaña, Dim Salon, expertos en mechas y referentes en la capital por la personalización que consiguen en cada tono, avanzan cuáles serán los tonos que triunfarán a partir del otoño.
Dimitri Barm, al frente de Dim Salón tiene claro que es la era de los castaños.
“Este otoño va a ser tendencia la aplicación de unas mechas con un toque sutil de babylights y acabado en un tono caramelo. Esta combinación es muy favorecedora ya que aporta mucha luz al rostro. La mayoría de españolas tiende a estos tonos más naturales, pero no hay que olvidar el éxito que siempre tienen las mechas rubias también” explica.
De hecho, son los rubios de Dim Salón unos de los más famosos gracias a una filosofía basada en la personalización de cada tono dependiendo de cada cliente. Su proyecto de cabello saludable busca encontrar no solo el tono sino la fórmula orgánica que mejor hace lucir a la melena con técnicas y tratamientos muy cuidados.
En este sentido, los rubios vainilla serán el gran aliado de quienes buscan aclarar el pelo, pero esta vez con un toque mucho más natural que antes gracias a algunos babylights con efecto muy degradado para aportar puntos de luz y movimiento en el cabello.
Para ambas tonalidades, los marrones chocolate con rubios toffee y los castaños con toques suaves en tonalidades capuccino o avellanas van a ser un acierto. Este tono queda especialmente bien a las pieles cálidas y a quienes tienen ojos marrones oscuros. Aporta una sensación e imagen de movimiento y elegancia.
Gracias a esta técnica de colormelt Balayage y Colormelt Babylights en tonos cálidos se consiguen mechas sutiles que permiten un crecimiento del cabello natural sin necesidad de acudir al salón a menudo. “Se busca la calidez y la luz, pero sin necesidad de mantenerlo mensualmente. Con estas técnicas se va al salón en un plazo de entre 4 y seis meses para seguir luciendo bien” comenta Dimitri.
En el caso del cabello ginger o pelirrojo, el acierto va a ser la decisión por los cobrizos claros con sutiles efectos de luz en tonos rubios y que dan paso a los cobrizos más oscuros e incluso rojizos que aportan más dimensión a la melena.