Esta suele ser una pregunta recurrente ya que, el uso que se le da es mucho menor que durante los meses de frío, donde de ella depende el confort térmico de un hogar.
Aunque la caldera se asocia al invierno y al suministro de calefacción, es importante tener en cuenta ciertos riesgos que pueden surgir durante el verano por las altas temperaturas que puede llegar a haber en el ambiente.
Gasiman, expertos en el mantenimiento de este tipo de maquinaria, establece cinco puntos vulnerables durante los meses de más calor.
En primer lugar, no es tan complicado que sufra un sobrecalentamiento si no cuenta con un sistema de control adecuado o si se encuentra expuesta a altas temperaturas ambientales. Durante los días de más calor, sobre todo cuando se encuentran en espacios exteriores, puede acabar funcionando mal e incluso provocando averías si se usa.
Aunque la sociedad ya está más que concienciada de la necesidad de una revisión anual de forma preventiva, en las segundas residencias a veces no cuadran en fecha y se dejan sin hacer. Esto podría tener el riesgo de provocar alguna fuga de gas que no esté detectada. Es por ello que se recomienda que, nada más llegar a la vivienda vacacional, se contacte con los servicios técnicos.
Por suerte, las calderas llevan hoy en día sistemas de seguridad incorporados, pero durante el verano, al no usarse con demasiada frecuencia, podrían secarse en zonas de cal e incluso dejar de funcionar. Es vital, al volver a ponerla en marcha, revisar su correcto funcionamiento para evitar sorpresas.
La acumulación de sedimentos y el deterioro de las válvulas y tuberías también se incrementa durante la época de calor. Esto podría provocar problemas a la hora de demandar el agua caliente al sistema.
Aunque muchos son partidarios de apagar la caldera en verano si no va a demandar uso, lo cierto es que otros recomiendan directamente ponerla en algún programa que sea específico para poco uso (hay programas que simulan viajes), para que así, cada cierto tiempo, se rearme y garantice que todo funciona sin problema.
En realidad, lo más importante es garantizar que un técnico hace su revisión periódica para evitar sustos.