Diversos estudios han confirmado el impacto positivo que tiene el ejercicio en la salud mental de la población general. Sin embargo, la actividad física también ha demostrado ofrecer numerosos beneficios a las personas con discapacidad.
No son pocas las organizaciones e instituciones que, como la Organización Mundial de la Salud, siguen advirtiendo sobre las peligrosas consecuencias del sedentarismo a nivel mundial. De hecho, de acuerdo con datos de la OMS, la inactividad física es responsable del fallecimiento prematuro de más de 5,3 millones de personas cada año.
En este sentido, la importancia de mantenerse activo radica en garantizar una salud física y mental óptima, así como disfrutar de una mayor calidad de vida. Aunque la mayoría de los estudios se centran en las bondades que el ejercicio deja en la población general, las personas con discapacidad también pueden beneficiarse de la actividad física regular.
¿Es buena idea que las personas con discapacidad realicen actividad física?
Según especialistas, la respuesta corta a esta pregunta es sí. En realidad, existen numerosas estrategias y consejos que pueden ayudar a las personas con discapacidad a mejorar su condición física.
En primer lugar, es importante unirse a grupos de personas que compartan un mismo interés. De esta forma, es posible mantenerse motivado e informado sobre las actividades disponibles en la localidad.
Por otra parte, es preciso consultar con los profesionales de la salud las actividades más seguras que se pueden realizar, de acuerdo a las habilidades particulares. En este sentido, a continuación, te dejamos algunos de los principales beneficios de la actividad física para las personas con discapacidad:
Cómo el ejercicio mejora el estado de ánimo y reduce el estrés en personas con discapacidad
Cuando se realiza alguna actividad física, el cerebro libera sustancias químicas como la endorfina, encargada de reducir el dolor y aumentar el placer y el bienestar. En este sentido, hacer ejercicio de forma regular mejora el estado de ánimo y previene trastornos psicológicos como la ansiedad crónica y la depresión.
Fortalecimiento de la autoestima y la confianza a través de la actividad física
Practicar una actividad física de forma regular puede elevar los niveles de aptitud física, fortaleciendo la confianza y la autoestima. Para mejorar las habilidades, la accesibilidad en el transporte como lo que ofrece un coche adaptado para silla de ruedas es un factor clave que favorece la participación en diferentes actividades deportivas.
Ejercicio en grupo: la importancia de la interacción social y el apoyo emocional
No es un secreto que las personas con discapacidad tienen una mayor probabilidad de aislarse. Actividades físicas simples como salir a caminar, unirse a un club de jardinería o de baile pueden estimular la interacción social.
Unirse a un grupo de personas con intereses similares no solo reduce la soledad y el aislamiento social, además, sirve de apoyo emocional, permitiendo a las personas con discapacidad explorar nuevas metas y plantearse objetivos más ambiciosos para su rendimiento físico.
La actividad física ofrece valiosos beneficios a la salud mental de las personas con discapacidad. Caminar, trabajar en el jardín o bailar son solo algunas de las actividades recomendadas por los profesionales de la salud para disminuir el estrés, evitar el aislamiento y mejorar la autoestima y confianza.