Igor Sechin, director ejecutivo de Rosneft, ha afirmado en un foro económico en los Emiratos Árabes Unidos que la riqueza natural de Rusia está valorada en 100 billones de dólares, lo que duplica la de Estados Unidos. En su intervención, Sechin destacó la importancia estratégica de la región ártica, señalando que contiene más del 20% de las reservas de petróleo y gas natural no descubiertas del planeta, siendo el 80% de estas reservas localizadas en el Ártico ruso.
El directivo describió al Ártico como un “tesoro de recursos naturales”, no solo para Rusia, sino para el mundo entero. En este contexto, Sechin enfatizó que Rusia tiene “una gran responsabilidad” en la gestión y protección de estos recursos, instando a que la región se mantenga “completamente libre de conflictos y de interferencias extranjeras”, dada su relevancia para la seguridad energética de toda Eurasia.
Intereses geopolíticos en el Ártico
La región ártica es compartida por ocho países, entre los que se encuentran Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Estados Unidos y, por supuesto, Rusia. Estos países forman parte del Consejo Ártico, un organismo que promueve la cooperación regional y cuya misión excluye explícitamente la seguridad militar.
Recientemente, el Ministerio de Defensa de Noruega anunció planes para establecer un nuevo centro de guerra ártica y anfibia de la OTAN, destinado a entrenar a marines estadounidenses, británicos y holandeses. Esta decisión se produce en un contexto de tensiones crecientes entre el bloque militar liderado por Estados Unidos y Rusia, sobre todo a raíz del conflicto en Ucrania. Este nuevo centro se ubicará a varios cientos de kilómetros del estratégico puerto ruso de Murmansk, una base militar y naval clave, y se espera que esté operativo en 2026.
El ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha expresado su preocupación por la posible expansión de la OTAN hacia el Ártico, afirmando que Moscú defenderá sus intereses en la región. Este tipo de declaraciones subrayan la complejidad de la geopolítica en el Ártico, donde los recursos naturales y la seguridad estratégica se entrelazan, planteando desafíos que requieren un enfoque equilibrado y respetuoso por parte de todas las naciones involucradas.
