La reciente ola de robos en domicilios de deportistas profesionales en Estados Unidos ha suscitado una creciente preocupación. El caso más reciente involucra al mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, quien sufrió un robo en su hogar el pasado 9 de diciembre mientras disputaba un partido en Texas contra los Dallas Cowboys. Este incidente se enmarca en una serie de robos que han afectado a varios atletas desde septiembre, incluyendo a figuras destacadas de la NFL y la NBA.
Las autoridades están investigando el robo en la casa de Burrow y su posible conexión con otros casos similares. Aunque no se han identificado sospechosos, se ha informado que el FBI está indagando si grupos de delincuencia organizados, específicamente bandas de robo de origen sudamericano, están implicados en estos hechos. Estos grupos son conocidos por su sofisticación y por centrarse en objetos de alto valor que pueden ser revendidos en el mercado negro, como joyas y artículos de lujo.
El robo fue reportado por una mujer que se identificó como empleada de Burrow, quien al llegar a la vivienda encontró una ventana del dormitorio rota y el interior desordenado. Posteriormente, se reveló que esta mujer era Olivia Ponton, modelo de Sports Illustrated Swimsuit, lo que ha generado especulaciones sobre su relación con el jugador. Esta circunstancia ha complicado aún más la situación, ya que Burrow ha estado en una relación a largo plazo con su novia, Olivia Holzmacher, desde su época en la universidad.
Ponton, quien cuenta con más de siete millones de seguidores en TikTok y casi tres millones en Instagram, se mostró visiblemente afectada durante las llamadas al 911, donde expresó su preocupación por la situación. La falta de claridad sobre la naturaleza de su relación con Burrow ha añadido un elemento de intriga al caso, dado que ambos no han comentado públicamente al respecto.
En una rueda de prensa posterior al incidente, Burrow hizo hincapié en la violación de su privacidad, un aspecto que ha sido difícil de manejar a lo largo de su carrera. A pesar de vivir en el ojo público, el mariscal de campo ha expresado su descontento con la exposición que conlleva su profesión.
Los robos en hogares de deportistas no son un fenómeno aislado. Desde septiembre, se han registrado incidentes similares en varios estados, afectando a figuras destacadas del deporte. Equipos y ligas han emitido advertencias a sus jugadores sobre la necesidad de tener precauciones adicionales, como no compartir en redes sociales su ubicación durante los partidos y evitar mostrar adquisiciones de gran valor.
La situación ha alcanzado tal magnitud que las ligas deportivas están trabajando en colaboración con las autoridades para desarrollar estrategias que protejan a sus jugadores. La comunidad deportiva observa con atención la evolución de estos casos y la respuesta de las fuerzas del orden para abordar este preocupante fenómeno de delincuencia organizada.
