Los certificados de depósito, conocidos como CD, se han convertido en una opción de ahorro destacada en los Estados Unidos, con tasas de interés que marcan récords en más de una década, impulsadas por los incrementos realizados por la Reserva Federal. Sin embargo, con la reciente decisión de recortar las tasas en septiembre, muchos analistas advierten que esta podría ser una oportunidad crucial para asegurar un rendimiento competitivo antes de que las condiciones cambien nuevamente.
Es importante destacar que las tasas de los CD varían significativamente entre las distintas instituciones financieras. Esto resalta la necesidad de un análisis minucioso al momento de seleccionar el mejor producto. A continuación, se desglosan las tasas actuales y se ofrecen recomendaciones sobre dónde encontrar las mejores ofertas.
Características de los Certificados de Depósito
Tradicionalmente, los certificados de depósito a largo plazo ofrecían tasas de interés más altas que aquellos de corto plazo. Esta tendencia se sustentaba en la premisa de que los bancos incentivaban a los ahorradores a mantener su dinero depositado durante más tiempo. Sin embargo, el panorama actual presenta una inversión de esta lógica, donde los CD de menor duración ofrecen tasas más atractivas.
A partir del 15 de diciembre de 2024, las tasas de interés para los CD siguen siendo elevadas en comparación con los estándares históricos. Las mejores tasas se encuentran en términos más cortos, específicamente para plazos de alrededor de un año o menos. Por ejemplo, Marcus by Goldman Sachs ofrece actualmente un CD a un año con una tasa del 4.25% APY, requiriendo un depósito mínimo de $500.
La cantidad de interés que se puede ganar con un CD depende del porcentaje anual (APY), que refleja las ganancias totales al cabo de un año, considerando la tasa de interés base y la frecuencia con la que se acumula el interés. Por ejemplo, si se invierten $1,000 en un CD a un año con un APY del 1.88%, al finalizar el año el saldo total sería de $1,018.96, incluyendo $18.96 en intereses. En contraste, una inversión en un CD del mismo plazo pero con un APY del 5% resultaría en un saldo de $1,051.16, generando $51.16 en intereses.
Es relevante considerar que cuanto mayor sea el depósito en un CD, mayores serán las ganancias. Siguiendo el mismo ejemplo de un CD a un año con un APY del 5%, si se depositan $10,000, el total al madurar el CD sería de $10,511.62, resultando en $511.62 en intereses.
Al momento de elegir un CD, la tasa de interés suele ser el aspecto más destacado. Sin embargo, no es el único factor a considerar. Existen distintos tipos de CD que ofrecen beneficios diversos, aunque a menudo implican aceptar una tasa de interés ligeramente inferior a cambio de mayor flexibilidad. A continuación, se presentan algunas de las opciones más comunes:
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Bump-up CD: Este tipo permite solicitar una tasa de interés más alta si las tasas del banco aumentan durante el plazo del CD. Sin embargo, generalmente solo se permite un ajuste.
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No-penalty CD: También conocido como CD líquido, este tipo permite retirar fondos antes de la fecha de vencimiento sin penalización.
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Jumbo CD: Estos requieren un depósito mínimo más alto (normalmente $100,000 o más) y suelen ofrecer tasas de interés superiores. Sin embargo, en el actual entorno de tasas, la diferencia con los CD tradicionales puede ser mínima.
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Brokered CD: Como su nombre indica, estos CD se adquieren a través de una correduría en lugar de directamente en un banco. Pueden ofrecer tasas más altas o condiciones más flexibles, aunque también conllevan un mayor riesgo y podrían no estar asegurados por la FDIC.