La transformación del centro comercial estadounidense, un símbolo de la cultura de consumo del siglo XX, se está llevando a cabo en un contexto de cierre de grandes almacenes y auge del comercio electrónico. Los desarrolladores están encontrando nuevas oportunidades para revitalizar propiedades envejecidas, convirtiéndolas en comunidades mixtas vibrantes que integran residencias y comercios.
La reinvención de los centros comerciales
Un número creciente de centros comerciales en Estados Unidos está incorporando unidades residenciales, lo que se ha convertido en una respuesta a la aguda escasez de vivienda que afecta al país. Este fenómeno está insuflando nueva vida a centros comerciales en dificultades, creando vecindarios accesibles y ricos en amenidades. Por ejemplo, el Arcade Mall en Providence, Rhode Island, ha transformado su espacio en un hogar para 48 microunidades, lo que demuestra cómo estos espacios pueden adaptarse a las necesidades contemporáneas.
La residente Amy Henion, diseñadora gráfica de 33 años, destaca las ventajas de vivir en un lugar con tanta historia, donde cada unidad solía ser una tienda. La posibilidad de acceder a servicios como peluquería y restaurantes sin salir del edificio, incluso en condiciones climáticas adversas, resalta la conveniencia de este nuevo estilo de vida. Este modelo se está replicando en varios lugares, donde los desarrolladores están integrando viviendas en centros comerciales para crear comunidades autosuficientes.
Por ejemplo, la compañía Macerich, que posee una extensa cartera inmobiliaria, está modernizando el FlatIron Crossing Mall en Colorado para incluir viviendas. Jacob Knudsen, vicepresidente de desarrollo de la empresa, afirma que este cambio está relacionado con una tendencia en alza que busca reintegrar los centros comerciales en el tejido social, permitiendo que la gente viva, trabaje y disfrute de servicios en un mismo lugar.
La crisis de vivienda en Estados Unidos, que se estima en una falta de 4.5 millones de hogares, ha impulsado a los desarrolladores a repensar el uso de estos espacios comerciales. La incorporación de apartamentos no solo aborda esta problemática, sino que también crea una base de clientes constante para los comercios restantes en los centros. Oscar Parra, un experto en el sector, señala que el exceso de espacio comercial en EE.UU. es un factor que ha llevado a esta reinvención, con muchos centros enfrentando altas tasas de vacantes.
Este cambio en la estructura de los centros comerciales no solo responde a las demandas del mercado inmobiliario, sino que también refleja una nueva forma de entender la convivencia urbana, donde la proximidad y la accesibilidad son claves. Así, los desarrolladores están transformando lo que una vez fue un símbolo del consumismo en una solución innovadora que puede atraer a un público que busca comodidad y servicios integrados.
