Recientemente, se han publicado datos que indican un enfriamiento en la creación de empleo en Estados Unidos, lo que plantea interrogantes sobre la salud del mercado laboral. Según un informe de la firma de procesamiento de pagos ADP, durante el mes de diciembre se añadieron 122,000 puestos de trabajo, una cifra que se encuentra por debajo de las expectativas. Este descenso, que contrasta con los 146,000 empleos creados en noviembre, marca el incremento más bajo desde agosto del año pasado.
El crecimiento salarial también ha mostrado señales de desaceleración, con un aumento interanual del 4.6%, la tasa más baja registrada desde julio de 2021. Nela Richardson, economista jefe de ADP, ha señalado que el mercado laboral ha cambiado a un ritmo más modesto en el último mes de 2024, reflejando una ralentización tanto en la contratación como en los aumentos salariales.
Perspectivas sobre el Empleo y la Inflación
A pesar de esta desaceleración en la creación de empleo, las reclamaciones iniciales de seguro de desempleo se han mantenido en niveles bajos, con solo 201,000 solicitudes en la semana que finalizó el 4 de enero, lo que sugiere que, aunque la contratación se ha enfriado, las despidos no han aumentado de manera significativa.
Los economistas están a la expectativa de los próximos datos del Departamento de Trabajo, que se centrarán en la cifra de nóminas no agrícolas, la cual se prevé que muestre una ganancia de 155,000 empleos, una considerable disminución en comparación con los 227,000 de noviembre. Esta diferencia en las cifras entre ADP y el informe del Departamento de Trabajo es habitual y puede ofrecer una perspectiva más matizada del mercado laboral.
Los responsables de la Reserva Federal están vigilando de cerca estos números, ya que son clave para determinar las futuras políticas monetarias. Aunque muchos funcionarios de la Fed consideran que el mercado laboral sigue siendo robusto, buscan mantener las tasas de interés en niveles menos restrictivos para no poner en peligro la creación de empleo. Esto se enmarca en un contexto donde la inflación, aunque todavía por encima del objetivo del 2% fijado por la Fed, parece haber encontrado cierta estabilidad, lo que podría aliviar las presiones sobre los salarios.
En términos sectoriales, la creación de empleo fue más destacada en el ámbito de la educación y los servicios de salud, que sumaron 57,000 nuevos puestos. Otros sectores que mostraron un crecimiento significativo incluyeron la construcción (27,000), el ocio y la hostelería (22,000) y las actividades financieras (12,000). Sin embargo, la manufactura, los recursos naturales y los servicios profesionales experimentaron pérdidas de empleo, lo que refleja un panorama laboral mixto.
Es interesante notar que la mayoría de los nuevos empleos se originaron en grandes empresas, con más de 500 empleados, que aportaron 97,000 puestos de trabajo. Este fenómeno puede ser indicativo de la centralización del empleo en grandes corporaciones, un aspecto que merece una reflexión más profunda sobre la estructura del mercado laboral estadounidense.
