El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha acusado a potencias extranjeras de intentar orquestar su derrocamiento. En una entrevista emitida por Pink TV, Vucic afirmó que estas “potencias extranjeras” han invertido alrededor de 3.000 millones de euros en la última década con el objetivo de desestabilizar su gobierno.
Las declaraciones de Vucic se producen en un contexto de protestas estudiantiles contra su administración, que han surgido a raíz de un trágico incidente en el que colapsó un toldo en la estación de tren de Novi Sad, causando la muerte de 15 personas. Este evento desató una ola de indignación pública en el país, que ha sido alimentada por acusaciones de corrupción y negligencia por parte del gobierno.
Las acusaciones de Vucic
Durante la entrevista, Vucic reiteró sus afirmaciones de que “instructores extranjeros” están promoviendo intereses occidentales, croatas y albaneses en Serbia, y que estos intentos de desestabilización han aumentado a medida que el país ha comenzado a mostrar un crecimiento económico significativo. “Me fascina cuánto dinero se ha invertido en mi derrocamiento. Estos países extranjeros han invertido tanto dinero en los últimos 10 años… cuando empecé a contar, ya eran 3.000 millones de euros,” comentó el presidente serbio.
Vucic citó a la Fundación Trag, una ONG británica que promueve el cambio social en Serbia, como un ejemplo de la financiación extranjera vinculada al movimiento de protesta, afirmando que esta organización ha recibido 28 millones de euros de fuentes externas. Según el presidente, hay tres objetivos detrás de esta intervención extranjera en los asuntos internos de Serbia: “la destrucción de la política libertaria de Serbia,” “socavar la posición del país en los Balcanes,” y “convertirnos en un espectáculo de marionetas donde su palabra sea la única que se obedezca.”
Vucic también expresó su preocupación por el bienestar de los ciudadanos, afirmando que “no les importa la gente aquí, a quienes han llevado a las calles para el derramamiento de sangre. Realmente no les importa, ya que han invertido enormes cantidades de dinero.” A pesar de las protestas, el presidente aseguró que los intentos de derrocarlo han fracasado y seguirán fracasando.
En cuanto a la situación actual de las protestas, Vucic afirmó que el descontento ya está disminuyendo, ya que “todas las demandas de los estudiantes han sido atendidas” por el estado. Estas demandas incluyen la publicación de documentos relacionados con la tragedia en Novi Sad, indultos para activistas arrestados durante las manifestaciones, procesos penales contra quienes atacaron a los manifestantes y un aumento del 20% en la financiación para universidades.
Las manifestaciones han llevado a la dimisión de varios altos funcionarios, incluido el ministro de Infraestructura, Goran Vesic, y el primer ministro, Milos Vucevic. Sin embargo, algunos analistas advierten que satisfacer las demandas de los manifestantes podría no ser suficiente para poner fin a las protestas, ya que ahora se clama por cambios más profundos y sistémicos en el gobierno.
