![](https://larepublica.es/wp-content/uploads/2025/02/La-inteligencia-artificial-revoluciona-el-diseno-de-enzimas-para-combatir-980x551.jpeg)
Las enzimas son máquinas moleculares que realizan las reacciones químicas que sustentan toda forma de vida, y su capacidad ha llamado la atención de los científicos en todo el mundo. Un ejemplo cotidiano de su importancia se puede observar en el movimiento muscular. Cuando el cuerpo necesita contraer los músculos, libera una molécula llamada acetilcolina. Si esta molécula permanece demasiado tiempo en el sistema, puede provocar parálisis, afectando incluso al músculo cardíaco. Aquí es donde entra en juego la enzima acetilcolinesterasa, que descompone miles de moléculas de acetilcolina por segundo para garantizar que la contracción muscular se detenga, evitando así la parálisis. Sin esta enzima, la descomposición de la acetilcolina podría tardar un mes, lo que representa un tiempo 10 mil millones de veces más lento.
Dada la rapidez con la que funcionan las enzimas, los científicos están especialmente interesados en explorar su potencial para abordar problemas contemporáneos, como la descomposición de plásticos, la captura de dióxido de carbono o incluso la eliminación de células cancerosas. Sin embargo, diseñar enzimas a la medida resulta extremadamente complicado, ya que es como trabajar con un conjunto de piezas de Lego a escala atómica, pero con instrucciones perdidas. Investigaciones recientes sugieren que el aprendizaje automático puede desempeñar un papel crucial en este proceso, actuando como un arquitecto que ayuda a los científicos a construir estas complejas estructuras moleculares de manera precisa.
La complejidad del diseño de enzimas
Las enzimas son proteínas formadas por largas cadenas de aminoácidos que se pliegan en estructuras específicas, lo que es fundamental para su función. La forma única de una enzima permite que se ajuste de manera precisa a la molécula que procesa, un proceso que se asemeja a cómo una llave encaja en una cerradura. El sitio activo de la enzima es la región donde se lleva a cabo la reacción química, facilitando la conversión de un sustrato en un producto con mayor rapidez. A pesar de los avances en la investigación, diseñar nuevas enzimas que imiten la rapidez y eficacia de las naturales sigue siendo un reto considerable. Los métodos tradicionales, como la modificación de secuencias de aminoácidos o la evolución dirigida, han demostrado ser laboriosos y limitados.
Recientemente, el uso de la inteligencia artificial ha revolucionado el diseño de enzimas, permitiendo generar estructuras en base a modelos computacionales sin depender de proteínas naturales. Un equipo de investigadores ha demostrado que al utilizar un modelo llamado RFdiffusion, es posible crear enzimas que no solo cumplen con las especificaciones requeridas, sino que también muestran una eficacia superior a las enzimas diseñadas previamente. Este avance subraya la capacidad de la inteligencia artificial para ofrecer soluciones innovadoras a desafíos complejos, abriendo nuevas posibilidades en el campo de la biotecnología y la medicina, y permitiendo un acceso más amplio a recursos de diseño enzimático para los científicos.