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Los inversores en el mercado bursátil estadounidense han disfrutado de rendimientos anuales excepcionalmente altos en los últimos dos años. Sin embargo, las predicciones para 2025 no son tan optimistas. En 2024, el índice S&P 500 reportó un retorno del 23% para los inversores, mientras que en 2023 había alcanzado un 24%. Esta tendencia de rendimientos superiores al 20% no es común y solo se ha observado una vez anteriormente, a finales de la década de 1990, según expertos del sector.
Perspectivas para 2025
Scott Wren, estratega de mercados en Wells Fargo Investment Institute, ha expresado su escepticismo respecto a la posibilidad de que el S&P 500 logre un tercer año consecutivo de rendimientos tan altos. La historia sugiere que esto es una rareza en los mercados financieros. Desde 1928, solo ha ocurrido una vez y el contexto actual presenta varios desafíos que podrían obstaculizar un rendimiento similar.
Entre las inquietudes que podrían afectar el mercado se encuentran la incertidumbre económica global, incluyendo posibles aumentos en las tarifas comerciales y un repunte en la inflación. Además, el aumento en los rendimientos de los bonos podría disminuir la demanda de acciones, lo que representa un desafío significativo para los inversores que han estado acostumbrados a un crecimiento constante.
Callie Cox, estratega principal de Ritholtz Wealth Management, señala que la situación actual podría estar influyendo en las expectativas de los inversores, quienes han estado «malcriados» por los altos rendimientos de los últimos años. Las ganancias del 20% no son la norma, y la realidad del mercado podría ajustarse a un rendimiento más moderado.
A pesar de las previsiones menos optimistas, algunos analistas sugieren que el contexto económico, caracterizado por un crecimiento sólido y un aumento en el consumo, podría llevar al S&P 500 a experimentar un incremento del 12% en 2025, lo que sería ligeramente superior al promedio histórico a largo plazo.
Es importante que los inversores mantengan un enfoque equilibrado y realista respecto a sus expectativas. En un entorno donde los riesgos son palpables, la diversificación y la alineación de las carteras con los objetivos a largo plazo son esenciales para navegar un mercado que, aunque prometedor, también se enfrenta a numerosos obstáculos.