
El impacto del cambio climático en la órbita terrestre
El cambio climático ya está generando una serie de problemas en la Tierra, pero un nuevo estudio revela que sus efectos pronto se extenderán también a la órbita que rodea nuestro planeta. Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han calculado que el calentamiento global, provocado por la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, podría reducir el espacio disponible para satélites en la órbita baja terrestre entre un 33% y un 82% para finales de siglo, dependiendo de la cantidad de contaminación por carbono que se emita. Este fenómeno se debe a que el cambio climático está incrementando la cantidad de desechos en el espacio al obstaculizar la capacidad natural de la atmósfera para limpiar la órbita terrestre.
El efecto invernadero, que calienta el aire cerca de la superficie terrestre, también enfría las capas superiores de la atmósfera, donde se encuentra la órbita baja y los satélites. Este enfriamiento provoca que la atmósfera superior sea menos densa, lo que a su vez reduce la resistencia que sufren los millones de piezas de basura espacial y satélites. Normalmente, esta resistencia hace que los desechos espaciales caigan hacia la Tierra, donde se desintegran al entrar en la atmósfera. Sin embargo, un ambiente más frío y menos denso significa que habrá menos limpieza natural, lo que resulta en un aumento de la congestión en el espacio.
Actualmente, alrededor de 11,905 satélites orbitan la Tierra, de los cuales 7,356 están en la órbita baja. Estos satélites son fundamentales para las comunicaciones, la navegación, la previsión meteorológica y la monitorización de cuestiones ambientales y de seguridad nacional. El autor principal del estudio, Will Parker, enfatiza la creciente necesidad de gestionar adecuadamente el entorno espacial, advirtiendo que la idea de que el espacio es vasto y por ende ilimitado es cada vez más insostenible. A medida que la sociedad continúa aumentando la emisión de gases de efecto invernadero, la densidad en la órbita baja de la Tierra está disminuyendo aproximadamente un 2% por década, lo que resalta la importancia de considerar los efectos del cambio climático en la sostenibilidad a largo plazo de nuestras actividades en el espacio.