
En medio de un clima de creciente nacionalismo, los canadienses están mostrando un rechazo notable hacia las importaciones estadounidenses, en respuesta a las políticas proteccionistas del presidente Donald Trump. Las tensiones comerciales han llevado a los ciudadanos de Canadá, un socio comercial clave de Estados Unidos, a adoptar un enfoque más patriótico, promoviendo el consumo de productos nacionales.
Las amenazas de Trump, que incluyen la implementación de aranceles del 25% sobre productos canadienses y sus insinuaciones sobre la posible anexión de Canadá, han provocado reacciones contundentes en la población. Joel Bilt, profesor de economía en la Universidad de Waterloo, ha señalado que la percepción de traición ha unido a los canadienses, quienes se sienten atacados sin razón aparente.
Reacción comercial y cultural
Los supermercados canadienses han comenzado a fomentar el consumo local mediante carteles y etiquetas que destacan productos fabricados en el país. Un grupo de Facebook dedicado a la compra de bienes canadienses ha visto un aumento significativo en su membresía, reflejando un fuerte rechazo hacia los productos estadounidenses. Según una encuesta reciente, más del 60% de los canadienses han reducido sus compras de productos estadounidenses, y más del 70% ha incrementado la adquisición de productos nacionales.
La Junta de Control de Bebidas de Ontario ha ido más allá, prohibiendo la venta de alcohol estadounidense en sus estanterías, lo que ha generado preocupación en las empresas estadounidenses que dependen de este mercado. La reacción por parte de los canadienses ha sido contundente, con movimientos que van desde la prohibición de productos hasta la reducción de viajes a Estados Unidos, lo que indica un cambio en la dinámica entre ambas naciones.
Además, el nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, tiene la tarea de lidiar con esta situación tensa y ha comenzado a implementar medidas que priorizan los productos canadienses sobre los estadounidenses, incluso excluyendo a marcas como Tesla de ciertos incentivos gubernamentales relacionados con la energía verde. Esta acción es parte de un esfuerzo más amplio para fortalecer la economía nacional en un contexto de amenazas externas.
El descontento hacia la administración Trump ha permeado en la cultura canadiense, con manifestaciones en eventos deportivos y en los medios de comunicación, donde figuras prominentes han expresado su oposición a las políticas estadounidenses. Sin embargo, es importante destacar que esta animosidad se dirige principalmente hacia la administración actual y no hacia el pueblo estadounidense en general, lo que sugiere que las relaciones interpersonales podrían no verse afectadas de manera duradera.