
Las históricas ciudades balnearias de Europa han atraído a visitantes en busca de bienestar durante siglos, desde la élite romana que se reunía para relajarse socialmente, hasta la sociedad victoriana de Inglaterra que buscaba curas de salud. Once de estos centros salubres están inscritos en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, incluidos Bath en el Reino Unido, Baden-Baden en Alemania y Vichy en Francia.
Sin embargo, el cambio climático está comenzando a amenazar estas fuentes termales que han convertido a estos destinos en verdaderos puntos de referencia. A medida que aumentan las temperaturas, se presentan inundaciones y sequías, las ciudades balnearias de Europa se ven cada vez más afectadas. Ante este panorama, los Grandes Balnearios de Europa se han unido al programa Preservando Legados de la Sociedad Nacional Geographic para proteger su patrimonio de los peligros relacionados con el clima.
El cambio climático y su impacto en las ciudades balnearias
Las fuentes naturales de Europa han dado origen al fenómeno de los balnearios en el continente durante los siglos XVIII y XIX. Naomi O’Toole, coordinadora de comunicaciones de Los Grandes Balnearios de Europa, explica que “el aumento de las temperaturas, las inundaciones y las sequías pueden afectar los puntos de surgencia de los manantiales y las tasas de flujo de agua”. Aunque aún no hay suficientes datos que evidencien el impacto exacto, ya se están sintiendo las consecuencias. Ciudades como Baden bei Wien en Austria, que sufrió inundaciones en 2024, y Spa en Bélgica, que vivió una situación similar en 2021, son ejemplos claros de esta amenaza.
En el Reino Unido, la ciudad de Bath ha cerrado temporalmente sus Cleveland Pools debido a los daños sufridos por inundaciones recurrentes. Estas instalaciones, diseñadas para soportar inundaciones que se esperaban una vez cada 100 años, han experimentado inundaciones anuales durante los últimos tres años. Esto no solo pone en riesgo el patrimonio cultural, sino que también afecta a atractivos turísticos económicamente lucrativos.
Victoria Herrmann, directora ejecutiva del programa Preservando Legados y exploradora de National Geographic, enfatiza la importancia de los sitios patrimoniales. “Los sitios de patrimonio hacen más que inspirarnos con su belleza”, afirma. Según Herrmann, “para las comunidades de todo el mundo, el patrimonio es la base de las economías locales a través del turismo cultural, la artesanía y los sistemas agrícolas tradicionales”. De hecho, el turismo cultural representa el 40% de toda la actividad turística a nivel global y contribuyó con un 9,1% al PIB mundial en 2023, lo que lo convierte en un pilar crítico para la sostenibilidad económica de las comunidades.
Sin embargo, Herrmann también señala que “a pesar de la clara importancia del patrimonio cultural para la resiliencia de la comunidad y la salud económica, la inversión en la inclusión del patrimonio en los esfuerzos de resiliencia es escasa”. Esta falta de atención al componente cultural dentro de las acciones climáticas es, en su opinión, un error y una peligrosa omisión.
Para abordar esta problemática, los 11 Grandes Balnearios de Europa están participando en un programa que busca fortalecer la acción contra los impactos climáticos en los sitios patrimoniales. Este proyecto, liderado por Herrmann, tiene como objetivo “visualizar cómo el cambio climático puede afectar a los sitios de patrimonio natural y cultural en todo el mundo”. El programa se centra en empoderar a las comunidades locales para desarrollar habilidades y herramientas de acción climática que protejan sus sitios históricos.
El proceso comienza con la capacitación de líderes locales en valores patrimoniales, ciencia climática, modelado, evaluación de riesgos y estrategias de adaptación. “Equipados con este conocimiento, los líderes guían a sus comunidades a través de una evaluación de riesgos climáticos, identificando desafíos y oportunidades locales únicas”, explica Herrmann. “Con una formación rigurosa y una evaluación basada en la ciencia, las comunidades obtienen finalmente recursos y asistencia técnica para implementar acciones de adaptación que salvaguarden su patrimonio y aseguren un futuro resiliente”.
Los custodios de cuatro de las 11 ciudades balnearias representarán el colectivo y compartirán las perspectivas adquiridas con sus homólogos en toda Europa. “Preservando Legados nos permitirá incorporar la resiliencia climática directamente en nuestro Plan de Gestión de Propiedades 2027, asegurando que nuestros extraordinarios paisajes culturales y fuentes de aguas termales estén protegidos para las generaciones futuras”, concluye Chiara Ronchini, secretaria general de Los Grandes Balnearios de Europa.
El objetivo a largo plazo es crear un modelo que pueda ser replicado en otros destinos de Europa que enfrentan consecuencias similares del cambio climático.