El aumento de las compras a plazos para alimentos revela la presión económica en EE. UU.

In Economía
abril 26, 2025

En los últimos tiempos, se ha observado un aumento preocupante en el uso de préstamos de «compra ahora, paga después» (BNPL, por sus siglas en inglés) entre los consumidores estadounidenses. Según un reciente informe de Lending Tree, cada vez más personas están optando por esta modalidad para adquirir productos de primera necesidad, como alimentos, lo que refleja una creciente presión económica en un contexto de inflación persistente y tasas de interés elevadas.

El auge de los préstamos BNPL

Los datos revelan que cerca del 50% de los encuestados en un estudio reciente, que incluyó a 2.000 consumidores de entre 18 y 79 años, han utilizado servicios BNPL, con un notable incremento en el porcentaje de quienes emplean estos préstamos para la compra de comestibles, pasando del 14% en 2024 al 25% en 2025. Esta tendencia pone de manifiesto cómo la población está buscando alternativas para estirar su presupuesto ante un panorama económico incierto.

En cuanto a los pagos, el estudio indica que un 41% de los usuarios de BNPL admitieron haber realizado un pago tardío en el último año, lo que representa un aumento respecto al 34% del año anterior. Esta situación es alarmante, pues refleja no solo la dificultad de los consumidores para gestionar sus finanzas, sino también el impacto de decisiones económicas que, aunque presentadas como opciones accesibles, pueden llevar a un ciclo de deudas insostenibles.

Matt Schulz, analista jefe de finanzas de consumo en Lending Tree, comentó que muchos de quienes pagaron tarde lo hicieron por un periodo de no más de una semana, lo que sugiere que la mayoría de los consumidores están intentando gestionar sus obligaciones de la mejor manera posible, a pesar de las adversidades económicas. Sin embargo, estas circunstancias han llevado a muchos a depender cada vez más de este tipo de financiamiento, con el riesgo que ello conlleva.

Entre las razones que apuntalan este fenómeno se encuentran la inflación persistente, las altas tasas de interés y la incertidumbre en torno a políticas económicas, como los aranceles. Las grandes empresas, como Walmart y Delta Airlines, han comenzado a advertir sobre un cambio en la dinámica de consumo, indicando que están detectando grietas en la demanda, lo que resulta en proyecciones de ventas peores de lo esperado.

Las críticas hacia el uso de préstamos BNPL como una solución para la gestión de gastos cotidianos han surgido en medio de un contexto donde el acceso a productos básicos se ha vuelto un desafío para muchas familias estadounidenses. Por otro lado, se han observado reacciones satíricas en medios de comunicación frente a la creciente necesidad de financiar incluso gastos menores, como la compra de comida rápida, lo que pone de relieve la complejidad de la situación económica en el país.

A medida que la situación avanza, se hace evidente que muchos consumidores están buscando formas de manejar sus finanzas de manera temporal, aunque esto implique asumir riesgos adicionales. La facilidad de acceso a préstamos sin intereses parece ser un alivio momentáneo, pero es crucial que los usuarios sean conscientes de las implicaciones que pueden derivarse de una gestión inadecuada de estas deudas.

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