
La luz es un fenómeno omnipresente y esencial, no solo para la percepción visual, sino también para la vida en nuestro planeta. Este recurso natural es la base de diversas tecnologías que impactan nuestra vida cotidiana, como las células solares para la recolección de energía, las pantallas de diodos emisores de luz (LED) y las telecomunicaciones a través de redes de fibra óptica. Un buen ejemplo de la relevancia de la luz en la tecnología contemporánea es el teléfono inteligente, cuya funcionalidad electrónica se basa en principios de la mecánica cuántica. La pantalla frontal es un dispositivo totalmente fotónico que utiliza cristales líquidos para controlar la luz, mientras que en la parte trasera se encuentran diodos emisores de luz blanca para el flash y lentes para capturar imágenes.
La importancia de la fotónica en África
En el ámbito de la fotónica, África ha realizado contribuciones significativas a pesar de enfrentar limitaciones de recursos. Investigadores del continente han aportado al desarrollo de esta disciplina, como se destaca en una reciente edición especial de la revista ‘Applied Optics’, donde se recopilan estudios que abordan cuestiones relevantes para el continente. A lo largo de la historia, África ha tenido una rica tradición en óptica, con referencias a diseños de lentes en escritos antiguos egipcios. En tiempos más recientes, dos premios Nobel en óptica han sido otorgados a científicos de origen africano: Ahmed Zewail, por sus estudios sobre procesos químicos ultrarrápidos, y Serge Haroche, por su investigación sobre el comportamiento de los fotones. Sin embargo, a pesar de estos logros, la producción científica en óptica y fotónica en África representa menos del 1% de las publicaciones a nivel mundial, lo que evidencia la necesidad de fortalecer esta área de investigación.
A pesar de estas limitaciones, existen numerosas oportunidades para que África utilice la fotónica en la resolución de sus desafíos continentales. Áreas como la mejora de la infraestructura de comunicaciones para cerrar la brecha digital, la aplicación de técnicas de imagen óptica y espectroscopía para optimizar la agricultura y el monitoreo de cambios climáticos, así como el aprovechamiento de la energía solar mediante materiales ópticos, son solo algunos ejemplos. Investigaciones recientes han abordado temas como la comunicación a través de espacios libres incluso en condiciones climáticas adversas y la detección de bacterias dañinas en el agua a través de métodos rentables. Estas iniciativas demuestran la creatividad y el potencial de los investigadores africanos, quienes buscan soluciones prácticas a problemas concretos, alineándose con los objetivos de desarrollo sostenible de la región.