
Este otoño, la compañía nacional de ferrocarriles de Alemania, Deutsche Bahn (DB), comenzará a implementar una nueva infraestructura digital que promete simplificar las reservas de trenes internacionales. Este movimiento forma parte de un esfuerzo largamente esperado por facilitar los viajes a través de la variada red ferroviaria europea, que hasta ahora ha presentado múltiples complicaciones para los viajeros.
Según Michael Peterson, miembro del consejo de administración de DB para el transporte de larga distancia, la nueva plataforma permitirá a los usuarios reservar un viaje internacional con la misma facilidad que uno nacional. Este avance se enmarca en el objetivo de lograr un viaje en tren sin fisuras a través de Europa, respaldado por un sistema digital unificado y regulaciones apoyadas por la Unión Europea.
Novedades y plazos
A partir de este otoño, DB adoptará un nuevo estándar de intercambio de datos conocido como OSDM (Modelo Abierto de Ventas y Distribución). Esta interfaz, avalada por la UE, pretende proporcionar a los operadores ferroviarios europeos acceso instantáneo a los sistemas de venta de billetes de los demás. Utilizando el OSDM como base, DB tiene como objetivo ofrecer un sistema de venta integrado para prácticamente todas las principales compañías ferroviarias de Europa para finales de 2026, incluyendo el transporte local, a través de su sitio web y la aplicación DB Navigator.
Aunque el experto en ferrocarriles Jon Worth señala que esto no se traducirá en un único billete, sí representará “una mejor manera de combinar billetes de diferentes compañías”. Inicialmente, DB integrará sus servicios con los operadores nacionales de Austria y Suiza, ÖBB y SBB, respectivamente, y se espera que otros operadores se sumen en los próximos meses.
Actualmente, la compra de billetes de tren internacionales a través de la plataforma de DB suele ser confusa, limitada y, en muchos casos, costosa. A pesar de que los pasajeros pueden adquirir algunos billetes transfronterizos, muchas rutas populares requieren combinar tarifas de diferentes empresas o gestionar múltiples sitios web nacionales. Por ejemplo, no existe un único proveedor ferroviario que pueda cubrir un trayecto de Berlín a Barcelona.
Más allá de la conveniencia, este nuevo sistema podría comenzar a abordar una brecha en los derechos de los pasajeros. Actualmente, los viajeros que utilizan billetes separados para diferentes tramos de un viaje transfronterizo corren el riesgo de perder la protección si un retraso provoca una conexión perdida. Este asunto es de tal relevancia que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo ha destacado como una prioridad en su segundo mandato, enfatizando que el viaje en tren transfronterizo sigue siendo complicado para muchos ciudadanos.
A pesar de la buena voluntad de DB, Worth advierte que el OSDM no obliga a los operadores ferroviarios a vender billetes unificados ni garantiza la aplicación consistente de los derechos de los pasajeros. Para lograr verdaderos portales donde se pueda reservar cualquier tren en cualquier lugar de Europa, se requieren más que un estándar técnico; son necesarias reglas vinculantes para el intercambio de datos, comisiones para la reventa de billetes y una mejora en los derechos de los pasajeros ante posibles contratiempos en un viaje con múltiples operadores.
Este esfuerzo de DB se produce en un contexto de creciente presión desde Bruselas, donde el Comisionado de Transporte de la UE, Apostolos Tzitzikostas, ha manifestado su intención de proponer legislación que cree plataformas unificadas y haga obligatorios los derechos completos de los pasajeros. Sin embargo, esto ha generado cierta preocupación en DB, que es considerada «uno de los mejores» operadores ferroviarios de Europa.
A pesar de los desafíos persistentes, DB se muestra optimista. La compañía ha lanzado recientemente una ruta de alta velocidad directa entre Berlín y París y ha visto un aumento del 22 por ciento en las ventas de billetes transfronterizos en 2024 en comparación con los niveles previos a la pandemia, lo que representa su mejor año hasta la fecha. Con mejores herramientas, mayor colaboración y legislación en el horizonte, las vías férreas de Europa podrían finalmente alinearse con las expectativas de los viajeros conscientes del clima y cumplir con la promesa de un continente verdaderamente conectado.