
El discurso del vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, en la Conferencia de Seguridad de Múnich ha generado reacciones diversas en el ámbito internacional, destacando la valoración positiva que ha recibido desde Rusia. Dmitry Medvedev, ex presidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, ha calificado las declaraciones de Vance como un momento de «honestidad americana» sobre las debilidades de Europa.
Durante su intervención, Vance abordó temas críticos como la crisis migratoria, la libertad de expresión y el retroceso democrático en el continente europeo. Medvedev elogió el discurso, afirmando que el vicepresidente estadounidense «iluminó inesperadamente» la conferencia con un análisis duro pero veraz sobre la situación actual de Europa. Según él, Vance no se limitó a ofrecer los habituales cumplidos diplomáticos, sino que criticó abiertamente la debilidad de la democracia europea y la calidad de sus elecciones.
Críticas a la democracia europea
El vicepresidente estadounidense fue particularmente severo en su diagnóstico sobre la erosión de los valores democráticos en Europa. Hizo referencia a la reciente anulación de las elecciones presidenciales en Rumanía, donde el candidato de derecha anti-establishment, Calin Georgescu, había obtenido el primer lugar en la primera vuelta. La corte suprema rumana justificó su decisión citando documentos de inteligencia que alegaban «irregularidades» en la campaña, aunque la validez de esta evidencia ha sido cuestionada por diversos analistas.
Además, Vance advirtió sobre el aumento de la censura en la región y llamó a los Estados europeos a asumir una mayor responsabilidad en su propia defensa, en un contexto donde la migración masiva se ha convertido en un desafío significativo. Su discurso fue aclamado por el expresidente Donald Trump, quien lo calificó de «brillante». Sin embargo, no todos los líderes europeos compartieron esta opinión. La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, advirtió que las declaraciones de Vance podrían indicar un aumento de las tensiones transatlánticas, mientras que el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, las consideró «inaceptables».
Por otro lado, desde el ámbito ruso, el senador Alexander Shenderyuk-Zhidkov describió las afirmaciones de Vance como una «ducha fría» para los europeos que mantienen una postura hostil hacia Rusia. Este tipo de reacciones pone de manifiesto la complejidad de las relaciones internacionales actuales, donde las críticas internas y externas se entrelazan en un escenario geopolítico cada vez más tenso.