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La recuperación de praderas restauradas: un proceso que requiere más de 75 años para volver a la biodiversidad

In Sin categoría
marzo 13, 2025

Las praderas de todo el mundo se enfrentan a una rápida desaparición debido a la conversión de tierras y el abandono de prácticas agrícolas. Este fenómeno ha llevado a una notable pérdida de biodiversidad en estos ecosistemas. Un estudio reciente de la Universidad de Kobe, publicado en el Journal of Applied Ecology, aporta nuevos datos sobre la restauración de praderas y el tiempo que se requiere para recuperar su biodiversidad, especialmente en lo que respecta a los polinizadores.

El tiempo es clave para la recuperación de la biodiversidad

Los investigadores, liderados por el ecólogo Ushimaru Atsushi y su estudiante de doctorado Hirayama Gaku, han encontrado que las praderas recién restauradas necesitan más de 75 años de gestión continua para alcanzar niveles de diversidad vegetal comparables a los de las praderas antiguas. Este hallazgo subraya la importancia de conservar las praderas viejas como reservorios de biodiversidad, incluso si su uso actual es para actividades recreativas como el esquí.

A pesar de que la restauración de praderas abandonadas —mediante la eliminación de vegetación leñosa y la reanudación de prácticas tradicionales— tiene efectos positivos en la biodiversidad, la diversidad de polinizadores continúa siendo un desafío. Aun después de 75 años de gestión, las comunidades de polinizadores en estas praderas restauradas permanecen menos especializadas y tienen un menor éxito en la polinización de plantas en comparación con las praderas que han sido gestionadas de manera continua durante siglos.

Los resultados indican que las praderas recientemente restauradas son principalmente visitadas por moscas y sírfidos, insectos generalistas que, aunque ayudan a la polinización, no garantizan la transferencia de polen entre las especies de plantas adecuadas. En contraste, las praderas antiguas son visitadas en su mayoría por abejas y mariposas, que son mucho más especializadas y efectivas en su papel de polinización.

Este estudio pone de manifiesto la necesidad de considerar las comunidades de polinizadores en los esfuerzos de conservación de plantas amenazadas en praderas. La preservación de praderas antiguas debe ser una prioridad para los conservacionistas, ya que actúan como refugios para polinizadores especializados. Sin embargo, también es crucial que las iniciativas de restauración no se dejen únicamente en manos de la naturaleza. Se sugiere que se implementen prácticas activas, como la siembra de semillas o la plantación de plántulas de especies de plantas polinizadas por abejas y mariposas, para facilitar una recuperación más rápida y efectiva.

La investigación resalta la necesidad de un compromiso sostenido y una gestión activa para asegurar que la biodiversidad perdida no solo se recupere, sino que también se mantenga en el futuro. Esta reflexión es fundamental en un contexto donde la pérdida de hábitats naturales y la biodiversidad son cuestiones que requieren atención inmediata y acción efectiva.

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