El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, hizo declaraciones el jueves que han suscitado un interés considerable en el ámbito económico. Bessent explicó que su reciente referencia a un periodo de «desintoxicación» para la economía estadounidense no implica necesariamente que se avecine una recesión. «En absoluto. No tiene que ser así, porque dependerá de la rapidez con que se haga la transición», aseveró durante una entrevista en el programa «Squawk on the Street.»
Transición y ajustes en el gasto público
Las declaraciones de Bessent se producen en un contexto donde el gobierno federal busca implementar recortes de gasto, lo que incluye la reducción de personal en el sector público. El secretario del Tesoro reiteró su opinión sobre los actuales niveles de gasto gubernamental, calificándolos de «insostenibles». «Hay un exceso de empleo en el gobierno, y esas personas pueden ser trasladadas al sector privado», afirmó Bessent, lo que refleja una tendencia hacia la optimización de recursos y una mayor eficiencia económica.
Estas afirmaciones surgen en un momento en que varios indicadores económicos apuntan a un debilitamiento del crecimiento. El crecimiento del empleo en febrero fue más lento de lo esperado, y las encuestas realizadas a consumidores y pequeñas empresas han mostrado una caída en la confianza. Además, el mercado de valores ha enfrentado dificultades en las últimas semanas, con el S&P 500 cayendo un 6% en marzo.
Los recortes de gasto no son la única política que la administración de Donald Trump está impulsando. La Casa Blanca también ha aumentado los aranceles a importantes socios comerciales de Estados Unidos, lo que se suma a las negociaciones políticas en curso. «Hay dos partes en esto: acelerar la economía, incrementar la base de ingresos y controlar los gastos. En Estados Unidos no tenemos un problema de ingresos, tenemos un problema de gasto», concluyó Bessent.
