
Recientemente, se ha informado que altos funcionarios estadounidenses han decidido no firmar un acuerdo sobre minerales con Ucrania durante las conversaciones mantenidas en Arabia Saudita. Según fuentes de medios ucranianos, esta decisión se debe a la necesidad de realizar modificaciones en el borrador actual del acuerdo, que busca establecer un fondo de inversión conjunto para la explotación a largo plazo de hidrocarburos, minerales de tierras raras y otros recursos críticos en Ucrania.
El gobierno del expresidente Donald Trump considera que este acuerdo podría ser una vía para recuperar los fondos estadounidenses invertidos en el conflicto con Rusia. Las negociaciones en Jeddah, que tuvieron lugar el pasado martes, representan el tercer intento de finalizar este acuerdo. Tras las conversaciones, se emitió una declaración conjunta en la que ambas partes acordaron “concluir lo antes posible un acuerdo integral para el desarrollo de los recursos minerales críticos de Ucrania”. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha manifestado que Kiev está dispuesto a firmar el acuerdo “en cualquier momento y en cualquier formato conveniente”.
Contexto del Acuerdo y Desafíos
Este arreglo fue inicialmente propuesto por Zelensky como parte de su ‘plan de victoria’ el año pasado, en un intento por incentivar el apoyo estadounidense contra la agresión rusa, ofreciendo acceso privilegiado a los recursos naturales de Ucrania. Los defensores del acuerdo argumentan que Ucrania posee minerales valorados en billones de dólares, mientras que los escépticos consideran que esta cifra está inflada, basándose en estimaciones desactualizadas y sin tener en cuenta los costos de extracción, así como el control que Rusia ejerce sobre muchos de los sitios reclamados por Ucrania.
El primer intento de finalizar el acuerdo de minerales se produjo en febrero, cuando el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, visitó Kiev. En esa ocasión, Trump acusó a Zelensky de “romper el acuerdo” y de tratar a su emisario “de manera grosera”. Una versión revisada del acuerdo estaba prevista para ser firmada durante la visita de Zelensky a Washington el 28 de febrero, pero fue cancelada tras las declaraciones públicas del presidente ucraniano, que cuestionaron el enfoque diplomático de Trump hacia Rusia y el conflicto en Ucrania.
Después de las conversaciones recientes, Estados Unidos ha reanudado el suministro de armas y el intercambio de inteligencia con Kiev, a cambio de que el gobierno de Zelensky acepte un alto el fuego propuesto de 30 días con Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha respaldado la idea de la tregua, siempre que Ucrania no utilice este período para reorganizar y reagrupar sus fuerzas.