Redefiniendo el peligro de Wolf-Rayet 104: Un análisis astrofísico
La conocida estrella doble Wolf-Rayet 104, apodada «Estrella de la Muerte» por su potencial para emitir rayos gamma letales hacia la Tierra, ha sido objeto de un estudio reciente que sugiere que su amenaza puede ser menor de lo que se pensaba anteriormente. Situada a unos 8,000 años luz en la constelación de Sagitario, este sistema estelar está formado por dos grandes estrellas calientes que orbitan entre sí. Durante más de dos décadas, las observaciones han demostrado que potentes flujos de gas de ambas estrellas chocan y se entrelazan en el vasto espacio intermedio, formando un impresionante remolino de gas caliente y polvo.
Investigaciones previas indicaron que la Tierra se encuentra alineada con el eje de este sistema, lo que generó inquietudes sobre la posibilidad de que nuestro planeta pudiera ser impactado por los intensos rayos gamma que se liberarían durante la eventual explosión de estas estrellas. Sin embargo, un análisis más reciente realizado en el Observatorio Keck en Hawái ha revelado que las órbitas de las estrellas están inclinadas entre 30 y 40 grados con respecto a la Tierra. Esta inclinación reduce significativamente la probabilidad de que la Tierra sea afectada por este tipo de radiación.
Los hallazgos han planteado un enigma adicional para los astrónomos, ya que existe una discrepancia entre la espiral de polvo observada y la inclinación de las órbitas de las estrellas. Este fenómeno sugiere que podrían existir mecanismos físicos aún desconocidos que estén influyendo en la orientación de la espiral de polvo, un aspecto que invita a seguir investigando. Grant Hill, uno de los autores del estudio, destacó la sorpresa que supuso descubrir esta inclinación, que contradice la expectativa inicial de un sistema con una órbita perfectamente alineada. Este descubrimiento no solo cambia nuestra comprensión de Wolf-Rayet 104, sino que también abre nuevas líneas de investigación sobre la dinámica de los sistemas estelares.
