En pocas semanas llega la Navidad, y es tradición que en estas fechas las familias se hagan regalos entre sí, especialmente a los niños. La tradición católica habla de que al nacer Jesucristo, los tres Reyes Magos, entregaron a Jesús y su familia tres presentes para celebrar su nacimiento.
Sin embargo, la tradición de hacer regalos se remonta más atrás en el tiempo y las diferentes civilizaciones han ido incorporándola a su propia realidad. Así, ya griegos y romanos hacían regalos como parte del agasajo con que recibían a los huéspedes, y el objetivo iba más allá que el de simplemente agradar o generar una buena relación, sino ahuyentar a los malos espíritus.
En la literatura griega clásica y romana se recogen este tipo de obsequios como parte de un deber o un ritual con carácter religioso social. Con el tiempo, estos presentes también se convirtieron en una forma de cumplir con las obligaciones religiosos, de modo que los sacrificios eran obsequios a las divinidades.
En esa época, las ocasiones más habituales para hacer regalos eran las celebraciones de cumpleaños. Los niños griegos recibían sortijas talladas en algún metal, amuletos de diversa forma y pequeños ramos de flores. En los distintos juegos griegos, las competiciones de las que derivan los actuales Juegos Olímpicos, los ganadores eran obsequiados con coronas de diferentes especies vegetales: laurel y olivo principalmente.
En Roma, cada primer día de año, era frecuente regalar monedas de latón que auguraban la buena fortuna. De ahí se pasó en la cultura occidental a los obsequios de los Magos de Oriente: el oro, el incienso y la mirra.
Los regalos de Navidad, el día 25 de diciembre, traídos por Santa Claus o Papá Noel, pueden tener su origen en San Nicolás de Myrna, un obispo turco que en el siglo IV se hizo popular por repartir dádivas entre las personas más pobres.
La costumbre de hacer regalos siguió evolucionando con el tiempo, en diferentes momentos del año: el Domingo de Pascua, el primero de Año, San Valentín… y más recientemente se ha recuperado esa práctica de griegos y romanos que recibían con obsequios a sus huéspedes, pero en este caso para conmemorar algunas celebraciones.
Así, en la actualidad, es común que sean los propios protagonistas que celebran una buena nueva los que agasajan a los invitados con algún obsequio, y entre estas celebraciones están sin duda el bautizo, la comunión o la boda.
La Primera Comunión, el primer gran día de un niño, su primera vez como protagonista
Aunque más adelante hablaremos del bautismo, donde los niños son los verdaderos protagonistas, en ese momento todavía no son conscientes de su relevancia. Esto no ocurre con la comunión, otro de los sacramentos más importantes del cristianismo.
El hecho de hacer regalos a los pequeños que hacen la primera comunión es una forma de premiarlos por este gran paso. En España, la comunión se celebra cuando los niños tienen entre 8 y 10 años, de modo que, además de ser una celebración religiosa, supone una evolución de los niños, el paso de una etapa de más niñez, más infantil, hacia un momento de su vida en la que ya van haciéndose más mayores y acercándose a la pubertad.
Los Detalles de Comunión son, por tanto, una forma de agradecer a todas esas personas que participan en este día tan importante para los pequeños y sus familias. Los detalles de comunión para invitados más habituales son pequeñas postales con un retrato o una foto a cuerpo entero del pequeño que hace la comunión. Sin embargo, cada vez es más común encontrar detalles de comunión de todo tipo: invitaciones, decoraciones, portafotos, llaveros, perfumes…
Los recuerdos de comunión tienen como objetivo que esta celebración sea recordada en el tiempo. Hablar de Recuerdos de Comunión y Detalles de Comunión es hablar de sinónimos de modo que si buscamos recuerdos de comunión para invitados encontraremos prácticamente los mismos obsequios que ya comentábamos un poco más arriba.
La boda, el día más feliz en la vida de una pareja
Y si hay algún día en el que agradecer a los demás su compañía, ese es sin duda el de la boda. El origen de los Detalles de Boda se remonta a la Edad Media, un periodo en el que existía mucho simbolismo que unía lo material con lo espiritual. En la actualidad, los novios ofrecen detalles de boda para agradecer a los invitados su compañía en un día tan especial para ellos. En la web Daery Regalos, son especialistas en este tipo de obsequios y cuentan con un amplio catálogo de detalles de boda baratos para invitados.
Un obsequio para los invitados en el día de la boda es, también, una forma de personalizar un poco más la boda, hacerla más especial, más original, de ahí que muchas parejas dediquen mucho tiempo e imaginación en elegir este regalo.
Los regalos de bautizo, el origen
Este tipo de detalles, estos obsequios para invitados, tienen un fuerte componente religioso y tradicional. El bautismo, tal y como se conoce en la actualidad, comenzó con San Juan Bautista, e inicia la conversión a la nueva fe, el cristianismo, a través del agua, que simboliza limpieza y pureza.
Fue San Juan Bautista quien bautizó a Jesucristo, su primo, y en la actualidad es el cura el que hace lo propio con los nuevos cristianos, dando así el primer paso de estos cristianos en la iglesia.
Los pequeños que se bautizaban recibían como premio peladillas. En la actualidad, estos regalos se han modernizado, y las familias, además de recibir regalos por bautizar a sus pequeños, obsequian a los invitados con detalles de bautizo. Como en casos anteriores, se trata de pequeños recuerdos a modo de detalles bautizo que incluyen simbología relacionada con esta celebración. Los detalles de bautizo sirven así para recordar esta ocasión especial.
En un mundo como el actual, en el que la religión no está tan presente como hace años o décadas, son muchas familias las que optan por no bautizar a sus pequeños, pero esto no impide que lo que podría suponer el bautizo, la presentación del pequeño en sociedad, se haga del mismo modo, con una pequeña o gran celebración en la que se ofrecen obsequios a invitados y familiares.