Ha llegado el momento de dar el paso que tanto querías. Con tu carné ya más que aprobado, quieres hacerte con un vehículo para tu día a día y, por supuesto, quieres hacerlo con una inversión algo más baja. ¿Cómo? Comprando un vehículo usado, un coche de segunda mano. Una opción a la que recurre prácticamente todo el mundo, aunque no lo hagan con mucho acierto.
Comprar un coche seminuevo implica hacerse con un vehículo que está deteriorado por los kilómetros que ha realizado. Es muy importante fijarse bien en sus características y estado para hacer la compra más acertada. Y eso, precisamente, es algo con lo que te vamos a ayudar.
¿Qué debo mirar al comprar un coche de segunda mano?
Saber Cómo elegir coche de segunda mano no es algo que esté al alcance de cualquiera, sobre todo para una persona primeriza en esto del motor. Hay que tener en cuenta varios factores que, además, cobran una relevancia especial aquí al tratarse de una inversión normalmente cuantiosa. El ojo al detalle y la atención se deben agudizar si quieres acertar con tu adquisición.
Precio
¿Menuda obviedad, no? El precio es de lo primero que debes contemplar en un coche usado, pero no por el importe que estés dispuesto a pagar, sino más bien por lo que implica la cifra que te están dando. Sospecha mucho de los precios que sean excesivamente bajos, ya que eso implica que hay algo detrás de esas cifras que no se quiere contar o mostrar.
Puede haber alguna avería inminente, o algún fallo importante a nivel de mecánica. Debes ir siempre a aquellos modelos con un precio intermedio, y dejar a un lado cualquier propuesta que vaya a los extremos, tanto si se pasa de caro como si se pasa de barato.
Carrocería e interior
Una de las primeras cosas que debes observar una vez tengas el coche frente a ti. Comprueba cómo está toda la carrocería para ver si hay algún desperfecto. Un posible golpe, un hueco, algún arañazo o partes en las que la pintura esté más deteriorada. Observa con detenimiento, de cerca y sin pudor, ya que se trata de algo que debería estar contigo muchos años y cualquier desperfecto exterior es algo importante de cara al precio.
Por otra parte, el interior también adquiere gran relevancia. Comprobar que los asientos están bien y que no hay problemas a la hora de permanecer sentado, que la tapicería no tiene nada de daño y que se conserva tal y como debería. No dudes en ser meticuloso con todo esto, porque la parte interior del vehículo también es muy importante. Ten en cuenta que es donde pasarás y pasaréis más tiempo al desplazaros.
Lo que hay bajo el capó
Una de las partes más complicadas y también la más importante de todas. Tienes que abrir el capó para ver cómo está todo en el interior. Comprobar el estado del motor, el líquido de los frenos, el agua, el nivel de aceite… Todo eso tienes que repasarlo obligatoriamente si no quieres que te den gato por liebre. Aunque lo más habitual aquí es que no tengas ni idea de lo que pasa porque no eres mecánico.
Por eso, no es mala idea que lleves contigo a algún conocido que sí tenga cierto conocimiento en mecánica de coches. Así, puede comprobar mucho mejor si el vehículo vale realmente el precio que tiene o si hay riesgo de avería pronto. Si tienes la posibilidad de llevar a un mecánico contigo, no dudes en hacerlo, porque te va a ahorrar muchísimos disgustos de cara al futuro.
¿Cómo se porta en carretera?
La prueba de fuego es coger el coche y probarlo durante un rato. Id a la carretera más cercana y, si tienes la oportunidad de hacerlo, entra en autovía para ponerlo a prueba de verdad. Pisa el acelerador y eleva las revoluciones para oír el motor y comprobar que todo está en orden. No te preocupes, no hay que ser un especialista para esto.
De hecho, escuchar cualquier anomalía es muy sencillo. El motor debe seguir un sonido constante y notable, sobre todo porque va a estar revolucionado. Si oyes algo diferente a lo habitual, debes tener mucho cuidado porque es posible que haya algún problema. De nuevo, si vas con un mecánico y puede ser él quien lo pruebe, mejor que mejor. Sabrá a la perfección en qué fijarse en todo momento y, sobre todo, cómo sacar a relucir cualquier posible fallo del vehículo.
De nuevo insistimos en lo importante que es llevar un mecánico de confianza contigo si es posible. Con un poco de atención y mucha paciencia, acabarás teniendo un coche de segunda mano perfecto, de esos que duran y duran tanto que parecen casi invencibles frente al paso de los años