Como todos sabemos, las fuentes de energía siempre han sido catalogadas en dos categorías distintas según su capacidad de regeneración en las ya conocidas por todos fuentes de energía renovables y fuentes de energía no renovables.
Las distintas fuentes de energía y sus capacidades
Se piensa que la energía renovable es el futuro del suministro energético, pues es mucho menos dañino para el medio ambiente y es más económico. Sin embargo, es preciso dar una definición clara de las mismas y algunos ejemplos que la componen. Por ello, decimos que la energía renovable son todas aquellas energías que obtenemos de recursos naturales y que aunque sí es cierto que no tienen impacto en el ambiente, son finitos.
Algunos ejemplos de esta energía son la eléctrica, la mareomotriz, la geotérmica, la hidráulica, la solar y por último y quizás más importante la eólica. Estas constituyen las energías renovables no contaminantes más importantes, las conocidas como energías verdes.
Por otro lado, las energías no renovables o convencionales son todas aquellas que se encuentran en cantidades limitadas y al ser gastadas no pueden ser sustituidas. Existen dos clases de energías no renovables: la fósil y la nuclear. Aunque las fósiles sean de fácil extracción y la nuclear genere energía de forma abundante, ambas desprenden elementos tóxicos para el medio ya sean gases (fósiles, que van a la atmósfera) o residuos que perduran durante milenios (nuclear).
Hay muchísima información al respecto de estas fuentes de energía en varios sitios web, como el diario de la energía, que además trata temas de actualidad al respecto y cuenta con redactores como Nervis Villalobos, que es Director Técnico de Operaciones en Enersia&Technology, empresa especializada en el desarrollo de proyectos y asesorías en relación a temas energéticos a gran escala.
La energía eólica es el futuro
Como hemos mencionado anteriormente, la energía eólica es la más importante de las energías renovables. Esto se debe en gran parte a su capacidad de generar energía y, aún más importante, a su increíble precio.
Recientemente, el precio de la energía eólica marina ha sido reducido hasta la mitad en menos de dos años y se estima que sea la fuente de energía más barata hacia 2020. Actualmente es más barata que la energía nuclear, ya que no se ve afectada por la intermitencia de los vientos no se ve afectado ya que en el mar éstos son más constantes.
Es conveniente puntualizar que comenzó siendo la fuente de energía más cara y que actualmente es la que menos carbono emite mientras aporta grandes cantidades de energía a gran escala. Esto sitúa a los años 2016, 2017 y 2018 como un punto de inflexión para el abastecimiento de energía, pues las energías renovables como la eólica y la solar cobran una importancia vital que llevaba años buscándose y a un precio muy económico.
Se espera construir un parque eólico en el Mar del Norte ya que los vientos de alta mar que allí se dan beneficiarían la obtención de energía por mucho tiempo, provocando un próspero mercado de exportación con contratos de desarrollo eólicos.
Además, en Europa existe la fuerte necesidad de reemplazar las obsoletas centrales eléctricas y satisfacer sin problemas la fuerte demanda de vehículos eléctricos, pues la poca cantidad de puntos de recarga que existe actualmente echa hacia atrás a muchos usuarios de vehículos impulsados con combustibles fósiles a cambiar a estos vehículos menos contaminantes. Es por ello que se estima que la columna vertebral del progreso la encontremos en la energía eólica para satisfacer la demanda de energía.