Un hombre en Jerez de la Frontera ha sido detenido por la Policía Nacional acusado de maltrato animal tras matar a un perro a patadas. El animal paseaba con una niña de 12 años cuando el hombre se tropezó con la correa y, en un arranque de violencia, comenzó a propinarle patadas hasta causarle la muerte.
Afortunadamente, la niña logró escapar ilesa del ataque y llevó al perro muerto a su casa para pedir ayuda a sus padres. Los agentes lograron localizar al agresor y éste fue detenido y acusado de un delito agravado de maltrato animal.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de los hechos y de que el detenido tiene hasta 17 antecedentes previos, el juez de guardia decretó su puesta en libertad con cargos, lo que ha generado indignación entre los amantes de los animales y las asociaciones de protección animal.
Este delito está recogido en el artículo 337 del Código Penal, que contempla penas de cárcel de entre seis y 18 meses, así como inhabilitación especial para el ejercicio de profesiones relacionadas con animales y para la tenencia de los mismos.
Como se aprecia, la pena se queda por debajo de los dos años y un día, lo que impediría que de forma casi automática la entrada en prisión a menos, como en este caso, que el sujeto tenga antecedentes penales.
Y es que tras la aprobación de la ley de bienestar animal, las penas por maltrato animal siguen siendo insuficientes en España y, en la mayoría de los casos, no impiden que los condenados eviten la entrada en prisión. El aumento de la lista de agravantes y la imposición de penas más duras en su mitad superior podrían ayudar a resolver este problema, pero señala que incluso estas penas no garantizan la entrada en prisión, ya que las penas inferiores a dos años y un día no implican necesariamente una condena a prisión efectiva.
Este caso ha vuelto a poner de relieve la necesidad de tomar medidas más efectivas para combatir el maltrato animal, y hacerlo compatible con la necesidad de los animales en el sector primario con una ley sensata.
