La pequeña localidad de Rovaniemi, situada en el Círculo Polar Ártico y famosa por ser el hogar oficial de Santa Claus, se enfrenta a un fenómeno creciente de turismo masivo que ha desbordado su capacidad. Cada año, más de 600,000 turistas visitan este parque temático invernal, especialmente durante la temporada navideña, lo que transforma la población local en un mar de visitantes que supera diez veces el número de residentes permanentes.
El auge del turismo ha traído consigo beneficios económicos evidentes, con hoteleros y restauradores que ven crecer sus ingresos. Sin embargo, esta bonanza económica no es compartida por todos los habitantes. Un creciente número de residentes se siente desplazado por el fenómeno del «overtourism», es decir, el incremento descontrolado del turismo que termina por degradar la calidad de vida de los locales y las características del lugar. Antti Pakkanen, fotógrafo y miembro de una red de vivienda, ha expresado su preocupación: «El turismo ha crecido tan rápidamente que ya no está bajo control».
La lucha contra el turismo desmedido
La situación en Rovaniemi no es un caso aislado. Ciudades europeas como Barcelona y Ámsterdam han visto cómo el turismo masivo altera sus entornos, llevando a los locales a protestar por la transformación de sus barrios en espacios destinados casi exclusivamente a turistas. En este contexto, los residentes de Rovaniemi han comenzado a alzar la voz, organizando manifestaciones para reclamar un control más efectivo del turismo y una regulación más estricta sobre los alquileres turísticos que han arrinconado a los residentes permanentes.
Las quejas sobre la falta de vivienda son cada vez más comunes, ya que muchos apartamentos en el centro de la ciudad se convierten en alojamientos temporales, lo que eleva los precios y reduce la disponibilidad para los que buscan residir allí de forma permanente. A pesar de la prohibición de las leyes finlandesas sobre los servicios de alojamiento profesional en edificios residenciales, los líderes locales, como la alcaldesa Ulla-Kirsikka Vainio, han señalado que algunos propietarios se benefician considerablemente de estos alquileres a corto plazo.
Con la llegada de nuevas rutas aéreas y un crecimiento del número de visitantes, es previsible que Rovaniemi continúe atrayendo a turistas que buscan experimentar la belleza de su entorno invernal y la magia de la Navidad. Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es cómo equilibrar esta afluencia de visitantes con la necesidad de preservar la vida cotidiana de sus habitantes, una situación que pone de relieve las tensiones inherentes entre la economía del turismo y el bienestar de las comunidades locales.
