El sector aéreo estadounidense se enfrenta a un periodo de ajuste significativo en 2025, marcado por un aumento en las tarifas aéreas que ha sorprendido a muchos viajeros en pleno invierno. Según la plataforma de seguimiento de tarifas Hopper, el costo promedio de los vuelos nacionales en enero se sitúa en 304 dólares, lo que representa un incremento del 12% en comparación con el año anterior. Este fenómeno se debe a una fuerte demanda de viajes, a pesar de las restricciones en el crecimiento de la capacidad de las aerolíneas.
Condiciones del mercado aéreo
A pesar de los esfuerzos de las aerolíneas por expandir su oferta, las entregas tardías de nuevos aviones por parte de fabricantes como Boeing y Airbus, así como las restricciones en el tráfico aéreo, han limitado su capacidad para aumentar el número de vuelos. Un caso emblemático es el de Spirit Airlines, que solicitó protección por bancarrota en noviembre y ha reducido drásticamente su oferta para recortar costos.
Por su parte, American Airlines ha pronosticado un incremento en sus ingresos de hasta un 5% en el primer trimestre de 2025, aunque anticipa una disminución en la capacidad de vuelos de hasta un 2%. Su director financiero, Devon May, ha señalado que, aunque se espera un aumento en las tarifas aéreas, la aerolínea también enfrentará un incremento en los costes operativos debido a contratos laborales recientes.
En un contexto de crecimiento conservador en la industria, Breeze Airways ha reportado su primer beneficio operativo trimestral, lo que indica que hay espacio para el optimismo en un mercado que, aunque desafiado, sigue buscando formas de adaptarse a las nuevas realidades económicas. Como bien comentó David Neeleman, fundador de Breeze y JetBlue Airways, «la marea está levantando muchos barcos», una afirmación que refleja la resiliencia de algunas aerolíneas en medio de dificultades generales.
United Airlines, por su parte, ha compartido expectativas positivas, proyectando un crecimiento de ingresos del 7% al 9% para el primer trimestre, impulsado por un aumento en los viajes nacionales. Su director comercial, Andrew Nocella, ha destacado que el entorno de precios está mejorando a medida que las aerolíneas menos eficientes se retiran del mercado, lo que permite a las que persisten priorizar la rentabilidad.
El optimismo también se extiende a Delta Air Lines, que ha pronosticado un crecimiento de ingresos de entre el 7% y el 9% en su red global. En este sentido, el tráfico transatlántico ha mostrado signos de recuperación, beneficiándose de un fuerte interés en los viajes hacia Europa, lo que sugiere que el sector aéreo está encontrando formas de adaptarse y prosperar en un clima económico que, aunque desafiante, presenta oportunidades para quienes están dispuestos a innovar y ajustar sus estrategias.
