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El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es una de las condiciones más estigmatizadas y malinterpretadas dentro de la salud mental. A menudo, los mitos y prejuicios generan una visión distorsionada que dificulta la comprensión y el tratamiento de quienes lo padecen. En este artículo, desmentimos algunas de las creencias más comunes sobre el TLP y proporcionamos información basada en evidencia.
Mito 1: Las personas con TLP son manipuladoras y buscan llamar la atención
Realidad: Este es uno de los mitos más dañinos y comunes. Las personas con TLP pueden tener dificultades en la regulación emocional, lo que las lleva a comportamientos impulsivos o a expresar su sufrimiento de manera intensa. Sin embargo, esto no significa que busquen manipular a otros deliberadamente. Su dolor emocional es real y requiere apoyo y tratamiento adecuado.
Mito 2: El TLP es incurable
Realidad: Si bien es un trastorno complejo, no es incurable. Existen tratamientos efectivos, como la Terapia Dialéctico Conductual (TDC) y la Terapia Basada en la Mentalización (MBT), que han demostrado mejorar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, muchas personas con TLP logran desarrollar estrategias saludables para manejar sus emociones y relaciones interpersonales.
Mito 3: Solo afecta a las mujeres
Realidad: Aunque los estudios iniciales sugerían que el TLP era más común en mujeres, investigaciones recientes indican que también afecta a los hombres, aunque a menudo se diagnostica erróneamente como otro trastorno, como el trastorno antisocial de la personalidad o la depresión. Esto resalta la importancia de una evaluación diagnóstica precisa y sin sesgos de género.
Mito 4: No pueden tener relaciones estables
Realidad: Es cierto que las personas con TLP pueden experimentar dificultades en sus relaciones debido a la sensibilidad al rechazo y la inestabilidad emocional. Sin embargo, con terapia y el apoyo adecuado, muchas logran desarrollar relaciones saludables y satisfactorias. La comunicación efectiva y el trabajo en la regulación emocional son claves en este proceso.
Mito 5: Son peligrosos o violentos
Realidad: Este mito contribuye a la estigmatización de las personas con TLP. Si bien algunas pueden manifestar comportamientos impulsivos o autodestructivos, esto no significa que sean peligrosas para los demás. De hecho, el mayor riesgo suele estar dirigido hacia ellas mismas, en forma de autolesiones o conductas suicidas. La intervención profesional es fundamental para ayudar a gestionar estas dificultades.
Conclusión
Combatir los mitos sobre el TLP es fundamental para reducir el estigma y fomentar una mayor comprensión sobre el trastorno. La educación y el acceso a información basada en evidencia pueden marcar una gran diferencia en la vida de quienes lo padecen. Si buscas más información o apoyo profesional, el Centro Ps. Eduardo Schilling ofrece atención especializada para ayudar a manejar esta condición con un enfoque profesional y empático.