La importancia de las leches infantiles de tu bebé

In Sociedad
julio 19, 2017

Las madres que deciden sustituir la leche materna por la de fórmula deben saber qué clases de este producto son las más apropiados para su bebé, esto viene determinado por la composición y la naturaleza de la fórmula. Para cuidar la alimentación del recién nacido es esencial dedicar tiempo a recopilar información sobre qué marca es preferible para el pequeño, según sus necesidades, su salud u otros condicionantes especiales para cada caso.

Esta decisión es algo habitual en la actualidad, y responde a todo tipo de motivos, como pueden ser las grietas o la mastitis, ambas dolencias que suele padecer el pecho de la mujer durante el proceso de amamantamiento; o la congestión mamaria, que es la retención de leche. Pero también influyen otros factores, como el hecho de que el bebé sea prematuro y algunas funciones como el reflejo de succión no estén totalmente desarrolladas; que no sea compatible con las responsabilidades laborales de la madre; o que, sencillamente, lo prefiera así.

Sin embargo, antes de decidirse por una u otra opción dentro de la gran oferta que existe en el mercado, hay que tener en cuenta una serie de aspectos que condicionarán la deliberación. El primero de ellos es el de la edad del bebé, pues cada fórmula dispone de una fórmula adaptada a un determinado periodo de crecimiento del niño (aunque lo común es inferior a doce meses). Con respecto a la practicidad, no se debe olvidar que este tipo de leches están disponibles en tres formatos diferentes: lista para usar ─la más cara─, líquida y concentrada y en polvo ─más barata pero menos cómoda de emplear─.

Los nutrientes que aporta es también algo que la madre debe considerar, la mayoría de leches contiene elementos similares a la leche materna, pero hay otras más concretas que pueden ayudar a la digestión o facilitar el movimiento intestinal, según las necesidades de cada bebé. Relacionado con esto, dentro del mercado hay diferentes fórmulas de leches especiales: para el reflujo, para bebés prematuros y de bajo peso, para bebés con cardiopatía, hipoalergénicos o a base de soya, que no contienen lactosa.

A día de hoy, la oferta es tan amplia que es posible que las madres se sientan perdidas a la hora de elegir qué tipo de leche es la mejor para su bebé. Por ello es recomendable visitar páginas web especializadas en este tipo de productos, como es el caso de farmaciamarket, que dispone de una sección dedicada al cuidado y a la alimentación de los más pequeños. Se trata de una plataforma de confianza, pues está administrada y gestionada por personal farmacéutico y profesionales sanitarios, que sólo ofrecen productos de calidad y de alta fiabilidad.

Las fórmulas para lactantes suelen tener composiciones similares a la leche materna, de modo que lo habitual es recurrir a las proteínas que ofrece la vaca, es decir, los hidrolizados, que son un tipo de contenido energético similar al que ofrece la leche humana. Por otro lado, los lípidos son un factor esencial, ya que forman la grasa que el bebé necesita para crecer y desarrollarse. Este tipo de leches emplean aceite de soja o de oliva, como las alternativas más habituales y saludables. Por otro lado, terceros elementos que debe incluir una buena leche de fórmula son los hidratos de carbono y los minerales, además de componentes adicionales como los probióticos, que causan efectos positivos en el sistema digestivo y son importantes para una buena asimilación de la leche.

El ejemplo de una alimentación completa a través de leches de fórmula viene de la mano de Novalac, una marca que dispone de una gran variedad de este tipo de sustitutos de la leche materna y que ofrece toda clase de productos especializados. Muchos de ellos pueden tomarse de forma simultánea alternando los tiempos según se indique. Se trata de una leche descremada que dispone de los nutrientes anteriormente mencionados: carbohidratos, proteínas, lípidos y magnesio, lo que la convierte en una buena opción para las madres que busquen probar este tipo de productos.

La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los bebés se alimenten a través de una fórmula fortificada con hierro o leche materna durante al menos 12 meses. Además, estos pequeños que toman suficiente fórmula y están aumentando de peso no suelen necesitar vitaminas ni minerales adicionales. De modo que se demuestran los resultados positivos de esta alternativa. Sin embargo, hay que conocer la naturaleza de cada tipo de fórmula para que se adapte correctamente a cada bebé.

Aquellas a base de leche de vaca común son muy beneficiosas porque casi todos los bebés las toleran sin problema. Se trata de leches modificadas para que se parezcan a la materna, pero hay que tener en cuenta que una desventaja, para aquellos niños que no la toleren, es que contienen lactosa. No obstante, es importante aclarar que los problemas intestinales como los cólicos son comunes en todos los niños, por lo que no significa que este tipo de productos sean los causantes de esos trastornos y no se le deben achacar a la leche de fórmula. En estos casos siempre se debe acudir a un pediatra para comprobar la salud del pequeño y determinar las causas de esas respuestas.

Por otro lado, las fórmulas a base de la soya no contienen lactosa, lo que resulta un aspecto positivo, pero son menos recomendables que la leche de vaca. Mientras que las hipoalergénicas son útiles para aquellos bebés con problemas alérgicos a la proteína de la leche, aunque el inconveniente es que son más costosas. Existen casi tantos tipos de leche de fórmula como necesidades que reclaman los bebés pero, siendo una alternativa tan positiva para su salud, merece la pena que las madres les den la oportunidad de consumir uno de estos productos tan prácticos y recomendables.

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Periodista vasco cuyas historias han abordado todo lo relacionado con el mundo del marketing y las nuevas tecnologías.