Uno de cada cuatro españoles considera llevar una vida sedentaria. Así lo reveló el Barómetro sobre el Movimiento en España, un informe avalado por la psicóloga especializada en Salud y Deporte Patricia Ramírez, y por el licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Juanjo Rodríguez, que fue impulsado por Rexona.
En base a las respuestas dadas por las 1.100 personas encuestadas, entre los 18 y los 65 años, las mujeres se autoperciben como más sedentarias que los hombres. Pero, en general, al 80% le gustaría realizar más deporte, y el 70% considera que las empresas fomentan el sedentarismo.
El que no se facilite la actividad física en entorno laboral y social acaba reduciendo las posibilidades de ser más activo, considera Juanjo Rodríguez. A ello se une al hecho de que la mayoría de las personas “no tiene la disciplina suficiente para mantener una rutina semanal de ejercicio y termina abandonando y cayendo de nuevo en un estilo de vida más sedentario”.
Lo que, obviamente, tiene sus consecuencias a nivel mental. El 90% de los encuestados relaciona la autoestima con el ejercicio físico, pero este también es un revulsivo en una rutina diaria marcada por el trabajo, los hijos, la pareja… Factores que generan un estrés que hace que entremos en fase de depresión y tensión, señala Rodríguez.
Los datos no resultan nada alentadores si se considera que la Organización Mundial de la Salud considera el sedentarismo como una causa de riesgo de muerte prematura a nivel mundial. Hay que mover el cuerpo, pero también la mente. Invertir tiempo y esfuerzo en llevar una vida saludable para que repercuta en el bienestar del propio individuo.
El riesgo de varices aumenta
El sedentarismo tiene consecuencias evidentes. El ejercicio físico, por ejemplo, ayuda a conciliar el sueño cuando termina el día, y lo cierto es que la mitad de la población tiene problemas para dormir. Pero hay otros riesgos en los que no se repara, porque no se hacen visibles de un día para otro. Sucede con las varices.
Las varices en las piernas, o en cualquier otra parte del cuerpo, son dilataciones venosas que impiden el retorno eficaz de la sangre al corazón, como explica la web del Instituto Médico Láser de Madrid.
Se producen porque las válvulas venosas se ven alteradas, lo que hace que parte de la sangre fluya en dirección contraria y se acumule en las venas. Así, en la variz o vena varicosa, “las válvulas venosas ensanchadas facilitan la filtración de sangre en la dirección contraria, produciendo la inflamación del vaso.
Existen varios tipos de varices en función de su calibre, extensión y profundidad. Las más graves, de mayor tamaño, son las varices tronculares, con un aspecto abultado y enrevesado y que puede superar los 5 mm de diámetro. Medianas y de relieve moderado son las varices reticulares, mientras que las varices telangiectasias o arañas vasculares son las de calibre más fino.
Las varices pueden provocar dolor, sensación de piernas cansadas y pesadas, ardor, picazón o, en el peor de los casos, un edema. Aunque existen diversos tratamientos para eliminarlas, como la terapia fotodinámica o el láser endovenoso, lo más importante es la prevención.
Para ello, hay que evitar el sobrepeso, realizar ejercicio físico regularmente, usar un calzado apropiado (evitar zapatos planos o de tacón alto), controlar el estreñimiento, usar ropa no demasiado ajustada, vigilar la postura o evitar las temperaturas altas. Los masajes también pueden ayudar.
Las hemorroides, también un problema
Del mismo modo, la alimentación sana y equilibrada, el ejercicio físico, la postura adecuada, evitar los esfuerzos al evacuar o al levantar objetos muy pesados con frecuencia, no caer en el sobrepeso e intentar no usar ropa ceñida, son también consejos útiles para evitar las hemorroides.
Se trata de pequeñas varices situadas en el canal anal que se han dilatado en exceso. Todo el mundo puede tenerlas, pero se convierten en un problema cuando generan demasiadas molestias. Entre las hemorroides se distinguen varios tipos según su situación respecto al conducto anal, como las hemorroides internas (de varios grados), las externas y las mixtas.
El tratamiento incluye remedios para tratar los síntomas, como tomar 3 ó 4 baños baños de asiento durante unos 15 minutos con agua tibia, o con plantas como la manzanilla o la caléndula. Las bandas elásticas, la coagulación por láser o luz infrarroja, la crioterapia o las inyecciones esclorasantes son remedios para las hemorroides sangrientas, aunque la cirugía también es una opción.
Adaptando el hogar para prevenir
Prevenir estas y otras molestias o enfermedades pasa, entre otras cosas, por mejorar la circulación sanguínea, sobre todo en las extremidades. Además de ejercicio, una buena rutina en casa y el equipamiento adecuado pueden favorecerla.
Estirar las piernas, por ejemplo, es muy recomendable. Los sofás cheslong o los sillones reclinables pueden ser de utilidad, y una web como Sofá Club concentra todo un catálogo de modelos chaise longue. Colocar las piernas en alto apoyadas en la pared durante unos minutos, o llevarlas hacia la cabeza de forma que el cuerpo quede curvado también son posiciones que ayudan.
Hay, claro, muchos ejercicios para estirar las piernas, además de alimentos naturales que ayudan: la sandía, los cítricos, el tomate, el jengibre y mucha agua, entre otros.
Buscando la actividad apropiada
Siendo el ejercicio físico fundamental, hay que buscar unos minutos al día para realizarlo. La falta de tiempo debería ser una excusa para dejar de acometer otras tareas, pero no para el deporte. Una caminata de 30-40 minutos diarios es lo mínimo que se debe hacer.
Para ayudar en la tarea, la tecnología se pone de parte de los usuarios. Existen, por ejemplo, apps para correr, que ya forman parte del equipo de los aficionados de todo el mundo. Estas apps de running, disponibles para Android o iOS, son todo un entrenador personal capaz de medir tiempo, distancia recorrida y hacer gráficos con picos de intensidad.
La web Topandroide selecciona y ordena las que considera mejores en un top 8 en el que recoge las particularidades de cada una.
