El tatuaje es un recurso que se ha utilizado durante siglos, pero por supuesto, al igual que ocurre con todo, ha ido evolucionando hasta el punto de que podemos encontrar auténticas obras de arte esculpidas sobre la piel de personas. Eso sí, ¿se trata de una simple moda o verdaderamente estamos ante una forma de expresión artística? Vamos a intentar conocer las razones por las que muchas personas deciden tatuarse.
El origen de los tatuajes
Cabe destacar que la evidencia más antigua de tatuajes que tenemos data de momias encontradas en Chile que se calcula de aproximadamente el año 2000 a. C. Sin embargo, se considera que algunas de las herramientas encontradas en la zona y que cuentan con una antigüedad de incluso 60.000 años, podrían ser herramientas utilizadas precisamente para tatuar, en cuyo caso significa que el tatuaje es muchísimo más antiguo de lo que podemos imaginar y de lo que podemos comprobar a través de los vestigios que conservamos en estos momentos.
Sin embargo, cabe destacar que el humano más antiguo encontrado con piel fue localizado a principio de los años 90 en los Alpes de Ötztal, contando con un total de 57 tatuajes en su espalda, y se calcula que el cadáver puede datar de aproximadamente unos 5200 años de antigüedad.
A partir de entonces, está claro que el tatuaje ha ido viviendo una evolución con distintas vertientes, y es que a día de hoy encontramos tanto tatuajes pequeños como otros tatuajes de grandes dimensiones que pueden tener distintos tipos de significado.
El lado artístico y el lado comercial del tatuaje
Por una parte tenemos el lado artístico de los tatuajes y por el otro el lado comercial. Podríamos decir que, en sus orígenes, el tatuaje tenía un fin artístico, identificativo de clase social o de tribu, además de que incluso se piensa que podría tener también un fin terapéutico.
Cabe destacar que, en la historia, el tatuaje se ha utilizado también como sistema para marcar a los criminales, de forma que todo el mundo los pudiese identificar. Esto era una práctica muy habitual en Grecia y Roma, de manera que, como podemos observar, las utilidades a lo largo de la historia han sido muy variadas, lo que hace que su desarrollo también incluya diversas vertientes y significados.
Cabe destacar que el lugar del mundo con mayor tradición en el tatuaje es la Polinesia, donde el mismo tenía un fin fundamentalmente artístico y comunal, procediendo a tatuar a los niños desde las edades más tempranas.
En la actualidad podemos encontrar diversos estilos que van desde la vieja escuela u Old School hasta otros como New Traditional, Dotwork, Ornamental, Stencil, Black & Grey, Brush y Realista, y cabe destacar que para cada persona puede tener un significado diferente independientemente del estilo que hayamos elegido.
Encontramos desde tatuajes en los que se tatúa el nombre de alguna persona especial hasta representaciones gráficas o de elementos naturales que transmiten un respeto por la naturaleza o el interés por las características de un animal determinado.
En definitiva, el objetivo es aumentar al máximo la tolerancia y respetar que cada persona pueda aportar un significado diferente a cada uno de los tatuajes, de manera que se trata de ver todo desde una perspectiva artística que es la que permite alcanzar este grado de libertad.
De esta manera, podríamos llegar a la conclusión de que, dependiendo de la persona y el tipo de tatuaje, podríamos hablar de arte o de moda, y es que hay diferentes razones por las que una persona opta por este sistema permanente que quedará en la superficie de su piel y le recordará esa razón por la que una vez tomó la decisión de crearlo.