Cuando llega el verano y las temperaturas empiezan a subir, es hora de dar una vuelta a la decoración del hogar y poner algunos complementos que ayuden a que, dentro de la casa, la temperatura baje un poco.
Igual que en invierno las mantas y las cortinas fuertes, ayudan a aguantar los días de frío. En verano, dependiendo de como vistamos nuestro hogar, podemos conseguir que la casa esté más fresquita. Además tenemos que pensar en los muebles. Tal vez no te lo habías planteado nunca, pero esos muebles a los que les da el sol durante mucho tiempo, se pueden ir estropeando y empiezan a perder el color que tienen. ¿Qué se puede hacer para proteger los muebles y nuestra familia del calor dentro de casa?
Estores de calidad, tus grandes aliados
Una buena opción para evitar la entrada del sol en los momentos más calurosos del día, es colocar estores para vestir las ventanas. Los bueno de los estores es que se pueden regular. Los puedes tener arriba del todo, dejando que entre toda la luz natural, abajo para tapar la ventana y no se vea nada o más en medio regulando la entrada de la luz. Esto permitirá que el sol no dañe los muebles, al no dejarlo entrar, y la casa permanecerá más fresquita.
Como tampoco se quiere perder toda la luz natural, hay que aprovecharla, lo mejor es colocar un estor de material ligero que permita que la luz se pueda repartir por la estancia. Para la época de verano hay que olvidarse de colores oscuros. Lo mejor son estores con colores vivos y alegres. También se puede optar por el color blanco, que deja pasar la luz y es más tradicional. Para quien no se atreva con los colores más vivos.
Si te encanta el color y los estampados, tienes que saber que las flores son el estampado del año. Colores vivos e intensos que proporcionarán una decoración única y muy fresca a tu hogar. Para aquellos que sean menos atrevidos pero les guste la elegancia, los colores pastel están hechos para ellos. Son colores que siempre son tendencia porque nunca pasan de moda. Además son colores relajantes, perfectos para las habitaciones y se pueden adaptar bien a cualquier tipo de decoración. Lo importante es que, pongas el estor que pongas, cumpla bien con su función que es mantener la intimidad del hogar, y gracias a la penumbra que crea tu casa se mantenga fresca y los muebles cercanos a la ventana estén a salvo de los rayos del sol.
Hazlo tu mismo
Los estores se pueden encontrar en diferentes medidas, incluso, puedes hacerlos a la medida de las ventanas que tengas en casa. Esta última opción es muy buena cuando, las ventanas, tienen unos tamaños un poco más grandes de los habituales. Los puedes mandar a hacer o puedes apuntarte al DIY, es decir, hazlo tu mismo.
No es muy difícil crear un estor. Aquellos que no tienen mucha idea de costura también los pueden hacer. Se pueden encontrar artículos y vídeos en Internet que explican paso a paso cómo hacer un estor. Siguiendo los consejos que se dan, puede ser muy sencillo crear tu propio estor. ¿Las ventajas? Crearás el diseño que más te guste a ti. Con los colores y estampados que más te llamen la atención, que más se acerquen a la decoración de tu casa y además con las medidas perfectas. Si te has equivocado una vez con las medidas se puede volver a repetir, y siempre saldrá más barato. ¿Te atreves a hacerlo tu mismo?