La función de estas máquinas es la de aumentar el grado de humedad de una habitación mejorando las condiciones de la misma. Esto supone una gran innovación, pero, ¿en qué consiste esta máquina exactamente?
Los humidificadores son dispositivos eléctricos que sirven para mantener el nivel correcto de humedad en el aire, ideal para utilizarlo en ambientes con un porcentaje de humedad relativa baja. Esta sequedad en el aire puede acentuarse en verano, debido a las altas temperaturas, o durante el invierno, ya que el uso de la calefacción para hacer frente a las bajas temperaturas puede provocar que el aire de la habitación se seque, siendo necesario el uso de humidificadores para estabilizar la humedad del hogar mediante la emisión de vapor.
Los humidificadores
Existen varios tipos de humidificadores que pueden sernos útiles según ciertas condiciones que veremos a continuación.
En primer lugar, nos encontramos con los humidificadores de vapor. Estos están divididos en los humidificadores de frío y los humidificadores de calor. Los humidificadores de frío utilizan agua fría y la vibración surgida de la creación del vapor. Al utilizar solamente agua fría, son una gran opción para el cuarto de niños o el dormitorio del bebé. No existe riesgo de escaldadura con agua caliente, como lo hay con los humidificadores de vapor caliente. Por otra parte, los humidificadores de calor utiliza el agua caliente para crear el vapor en la habitación. Al calentarse el agua hay menos riesgo de bacterias y esporas de moho en el aire. La limpieza y el mantenimiento de la máquina apropiados eliminarán además cualquier otro posible riesgo. Esto incluye limpiar y desinfectar la máquina regularmente y cambiar los filtros según sea necesario. Los humidificadores de vapor caliente son ideales para tratar los resfriados y la congestión, tan habituales en los meses de invierno.
Por otra parte, encontramos el humidificador ultrasónico. Este utiliza las vibraciones del sonido en altas frecuencias para producir un vaho muy fino. Esto ayuda a que sean muy silenciosos, ya que para hacer todo este proceso apenas emiten ningún tipo de sonido. Además, el vapor que producen es fresco, a diferencia de los humidificadores de vapor caliente, haciéndolos también más seguros. Su consumo eléctrico también es muy bajo (entre 20W a 35W). Por otro lado, los humidificadores ultrasónicos solo pueden utilizarse con agua y está absolutamente prohibido el uso de cualquier otra sustancia líquida, ya que podría tener una reacción adversa a la deseada
Los deshumidificadores
Los deshumidificadores son pequeños aparatos que consiguen evitar que el nivel de humedad de tu casa alcance niveles demasiado elevados. Así pues, este aparato lo que hace es condensar la humedad de forma que evita que se coloque en las paredes y pueda causar daños estructurales a tu vivienda. Además, también son muy importantes para evitar otra serie de problemas mucho más graves como la aparición de moho o destrozos en las paredes.
Estos, al igual que los humidificadores, son de varios tipos distintos, concretamente refrigerantes y desecantes.
Los deshumidificadores refrigerantes tienen un compresor y aspirar el aire mediante un ventilador. De esta forma, consigue atraerlo hacia su interior, dónde lo filtran para llevarlo a un evaporador (a muy baja temperatura).
Por último, los deshumidificadores desecantes son aquellos que funcionan sin refrigerantes ni compresores. Así pues, su funcionamiento se basa en un gel de sílice llamado desecante que absorbe el agua. Este proceso se realiza mediante un condensador que dispone de un rotor, cuyas hélices están impregnadas de este material. Lo bueno de este deshumidificador es que es muy efectivo en ambientes de frío extremo y consigue dejar el aire con menos del 35% de humedad.