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El síndrome de Diógenes, ¿cómo limpiar la vivienda?

In Sociedad
marzo 06, 2018

Algunas veces, en la televisión se ven noticias relacionadas con el tristemente famoso síndrome de Diógenes. Vemos escenas de habitaciones llenas de desperdicios, junto a personas que se equipan con monos y mascarillas para protegerse en la medida de lo posible de lo que puede haber allí. Y es que se trata de un problema de salud mental que no solo afecta a quienes viven en esa casa. También los vecinos sufren las consecuencias, por lo que normalmente se recurre a una denuncia y la orden de un juez para que se realice un desalojo, permanente o temporal, y una limpieza en profundidad.

 

Qué es el síndrome de Diógenes

El nombre elegido para este síndrome se debe al famoso filósofo griego homónimo. Aunque este, a diferencia de lo que ocurre con quienes se ven aquejados por él, no se dedicaba a acumular cosas sino todo lo contrario. Sí que hay un componente que comparten este personaje y los enfermos que padecen el síndrome, y es un aislamiento extremo, junto a costumbres antisociales.

El paciente tipo de un Diógenes es una persona mayor, que no vive con nadie y se mantiene aislada de quienes hay cerca. Se dedica a acumular todo tipo de objetos, tanto útiles como inservibles, hasta el grado de almacenar basura y desperdicios. Esto se convierte en un grave problema para los vecinos, que tienen que soportar olores muy desagradables, la presencia de Insectos e incluso rata, que anidan y se alimentan de los residuos. De ahí que el vaciado de pisos afectados por síndrome de Diógenes no solo requiera de protección contra los olores y la suciedad. A menudo también se necesitan otras medidas.

Cómo se realiza la limpieza

Cuando se detecta que una vivienda está ocupada por una persona que padece de síndrome de Diógenes, lo primero que debe hacerse es contactar con servicios sociales para que hagan una primera valoración del problema. Normalmente tratarán de hablar con la persona que vive allí, así como con los familiares que pueda tener, con el fin de poner fin a la situación cuanto antes.

La forma de gestionar la limpieza de la vivienda depende de la zona en la que se encuentre. En algunas ciudades son los ayuntamientos los que se encargan de cubrir el coste de la limpieza, mientras que en otros casos es la familia o incluso la propia comunidad la que debe afrontarlos.

Lo primero que se hace es proceder al desalojo de la persona que la habita. Una vez que esta ha abandonado la casa, bien porque la va a atender la familia o se la lleva a un centro de salud mental, comienzan las tareas de limpieza propiamente dichas. Los profesionales que trabajan en empresas de limpiezas y vaciados de pisos en Madrid, al igual que en otras provincias, deben prestar mucha atención a cada paso. Para ello, se lleva equipamiento de protección y seguridad, como guantes, botas y mascarillas que eviten cortes e intoxicaciones. También es habitual que estén vacunados contra determinadas enfermedades como el tétanos o la hepatitis.

La limpieza de la vivienda paso a paso

La primera fase de limpieza consiste en ir retirando con cuidado todo lo que hay acumulado. Los residuos se clasifican según sus características. Todo aquello que se encuentre en un estado que permita el uso se separa del resto. Lo demás, se clasifica para tirarlo en los contenedores correspondientes, según se trata de papel, vidrio, plásticos y metales o residuos orgánicos.

Estos últimos son los que pueden conllevar un mayor riesgo. Quienes limpian estas viviendas pueden encontrar comida descompuesta, nidos de insectos o roedores y otros elementos que requieren de un cuidado especial.

Una vez que la vivienda se ha dejado libre de todos estos restos, comienzan las labores de vaciado y retirada de todos los muebles. Tanto aquellos que se pueden trasladar fácilmente como todo lo que haya atornillado o fijado a las paredes, el suelo o el techo. El objetivo es dejarlo todo completamente vacío, simplemente con los materiales con los que se construyó la vivienda. En ocasiones todo el mobiliario se desecha, dependiendo del estado en el que se encuentre.

El siguiente paso consiste en desinfectar y volver a dar a la vivienda unas condiciones de habitabilidad. Para ello se emplean distintos tipos de productos, en función de cómo se encuentra. A menudo es necesario también realizar un tratamiento de desratización y desinsectación, localizando posibles focos de riesgo, como nidos ocultos en las paredes. En otras ocasiones puede hacer falta un proceso de ozonización, que deja todas las superficies totalmente limpias y elimina los olores más profundos.

Con la vivienda completamente limpia, libre de plagas e infecciones, se puede volver a habitar. Algunas veces se necesitan algunos arreglos menores, como mantenimiento de puertas y ventanas, enchufes y puntos de luz. También puede ser necesario darle una mano de pintura nueva a las estancias si es evidente que no ha tenido un mantenimiento adecuado y algunas manchas no han desaparecido.

Quién debe encargarse de este tipo de limpiezas

Debido a las especiales características que tiene este problema, limpiar una vivienda en la que ha vivido una persona con síndrome de Diógenes no suele ser cuestión de particulares. Se requiere un grado de especialización que exige que sean profesionales con experiencia quienes lo hagan. Además de que se trata de una situación no apta para todos los estómagos. También los tratamientos que se necesitan no se pueden aplicar de cualquier manera, y alguien que no lo haya hecho nunca puede cometer algún error o poner en riesgo la calidad del trabajo. Por eso, lo habitual es recurrir a una empresa que cuente con los conocimientos adecuados, e incluso con los permisos necesarios en algunas ocasiones, para aplicar los métodos que devuelvan la dignidad tanto a la vivienda afectada como al resto de las que se han visto perjudicadas, junto con sus habitantes.