Decidir cuál es el momento más adecuado para ser padres es un punto fundamental dentro de las sociedades modernas. La planificación familiar es el instrumento que permite a la pareja controlar la reproducción, definir la cantidad de hijos que se tendrán y el lapso de tiempo entre cada embarazo.
La planificación familiar consiste en los procedimientos que ayudan a conseguir un embarazo deseado por la pareja, o evitarlo durante el tiempo que ellos consideren necesario.
La planificación familiar cuenta con dos herramientas para ayudar a la pareja a la hora de tener descendencia o no.
Por una parte están los métodos anticonceptivos, con los que se impide la gestación, y por otro lado se encuentran los tratamientos de fertilidad, que intentan incrementar las posibilidades de embarazo.
En cuanto a los primeros, existen diversas maneras de evitar los embarazos en función de la fiabilidad, la duración y el mecanismo empleado. Entre los métodos anticonceptivos más comunes se encuentran los naturales, los de barrera, los hormonales y los llamados métodos permanentes.
Método Billings
Entre los naturales se pueden citar el coito interrumpido, el método del ritmo o el método billings. Este último es uno de los métodos anticonceptivos naturales más utilizados, ya que permite identificar los patrones de fertilidad y la infertilidad dentro del ciclo menstrual.
También conocido como método del moco cervical, el Billings no se fundamenta en la presencia de la ovulación. La mujer debe mantener la observación durante un mes sobre los cambios en su moco cervical. Cada día se deben anotar las sensaciones que produzca y cuál es su consistencia.
Por otra parte, los métodos anticonceptivos de barrera impiden el contacto del óvulo con el espermatozoide y, en algunos casos, también previenen el contagio de las enfermedades de transmisión sexual. El más reconocido es el preservativo.
En este punto se pueden mencionar también el capuchón cervical, la esponja vaginal o el dispositivo intrauterino.
Los sistemas anticonceptivos hormonales son aquellos que interfieren el ciclo menstrual y evitan la ovulación. Entre estos están la píldora anticonceptiva, el anillo vaginal, los parches anticonceptivos o el implante subdérmico.
Respecto a los métodos permanentes, hay que decir que son intervenciones que impiden la concepción. Entre los hombres, el más popular es la vasectomía; en la mujer, la ligadura de trompas.
Reproducción asistida
Hay parejas que desean tener hijos, pero no consiguen el embarazo de forma natural a través de las relaciones sexuales. En este punto entra en juego la reproducción asistida. Estos también son considerados como métodos de planificación familiar por las organizaciones especializadas.
En este campo hay diversos métodos, que son sugeridos dependiendo de la causa que genere la esterilidad. Los más habituales son la inseminación artificial, la fecundación in vitro, la ovodonación, el diagnóstico genético preimplantacional y la preservación de la fertilidad.
Existen casos de parejas que, después de estar años intentando tener hijos, consiguen tener descendencia por medio de la reproducción asistida. Lo más importante en estos casos es buscar la ayuda de los profesionales de la salud.
Traer un bebé al mundo es un hecho singular que cambia para siempre la vida de la pareja. Se trata de un nuevo ser humano que requiere todas las atenciones posibles para su correcto desarrollo.
En esta fase, tanto el padre como la madre deben centrar todos sus esfuerzos para que el niño o la niña crezcan saludables y se sientan seguros. Adquirir juguetes, ropa de bebé y todos los accesorios para su crecimiento comenzará a formar parte de la cotidianidad.
En Internet existen páginas como la de Babymania, que es una tienda online de puericultura en la que los padres pueden encontrar, por ejemplo, todo lo relacionado con las mejores tronas para bebés en todas las marcas.
A través de su portal babymania.es la pareja puede comprar accesorios para el baño del bebé, juguetes, para dormir o para la hora de comer.
La planificación familiar es un aspecto muy importante para la sociedad en general, ya que aporta múltiples ventajas para la pareja y la familia.
En países donde no cuentan con los recursos económicos necesarios, la planificación familiar contribuye a salvar vidas y a mejorar la calidad de vida de las personas.
Otros importantes beneficios también incluyen la reducción de la mortalidad infantil, la prevención de infección por VIH, la disminución de abortos y un crecimiento controlado de la población.
Planificar es la palabra clave. Las parejas que desean formar una familia deben tener en cuenta cuáles son sus intereses respecto al embarazo o, por el contrario, si prefieren prolongar en el tiempo la dicha de ser padres.
