La explotación real del grafeno está lejos de llegar, ya que este parece ser un material que no tiene límites en cuanto a usos y aplicaciones se refiere. Recientemente hemos podido saber de dos nuevos descubrimientos concretos que permiten añadir aún más valor a sus funciones, ya que los científicos han conseguido encontrar la forma de poder moldear este material a voluntad, a través de la creación de una membrana porosa que permite su modificación a niveles atómicos.
Nuevas aplicaciones electrónicas para el grafeno gracias al desarrollo de membranas porosas.
Esto, evidentemente se traduce en una mayor variedad de posibles usos para el grafeno, especialmente en apartados relacionados con los filtros, los sensores avanzados, la biología, aplicaciones tecnológicas, la química y el campo de la electrónica en general.
La técnica en cuestión consiste en «nanoestructurar» con precisión atómica el material, dándole nuevas propiedades que le permiten llevar a cabo estas nuevas funciones y otras tantas que aún no han podido llegar a ser demostradas debido a lo reciente del descubrimiento. Una gran noticia que nos permite avanzar aún más y sobre todo nos demuestra una vez más el increíble potencial del grafeno, aunque a estas alturas no debería de sorprendernos según indican los científicos y estudiosos en la materia.
Una de las aplicaciones más sonadas para el grafeno poroso es como sustituto del silicio a la hora de fabricar cualquier tipo de material electrónico. Y es que el problema que presentaba este metal era que no disponía de un método de cierre o apagado de la corriente (es decir, que siempre era conductor), algo que con este nuevo hallazgo se ha conseguido solventar. Ahora no hay excusa para no utilizar el grafeno como elemento principal por encima del silicio, ya que este ofrece prestaciones y cualidades mucho mejores e interesantes, tales como mayor flexibilidad, dureza o ser más ligero también.
Ahora solo queda esperar para ver qué más novedades trae este gran descubrimiento, el cual parece haber creado un antes y un después con respecto a las nuevas funcionalidades del grafeno.
Para lo que no habrá que esperar es para saber los resultados de su uso como complemento del hormigón en el sector de la construcción.
El grafeno pasa con nota su examen en el sector de la construcción
Una vez más vemos la versatilidad del grafeno al ser utilizado para reforzar las características de un material como el hormigón en la construcción, y mejorar así sus prestaciones, ya de por sí bastante competentes y de gran calidad.
Este nuevo modo de empleo es llevado a cabo por técnicas pertenecientes a la nanoingeniería avanzada, las cuales son pioneras ya que permiten adherir el grafeno a la producción de hormigón, haciendo un nuevo material compuesto mucho más resistente a cualquier tipo de desastre, situación o condición climática. Sobre todo resistente al agua, una de las principales debilidades del hormigón, hasta ahora.
A nivel estético también se produce un cambio bastante significativo, y es que el color es ligeramente verdoso en este nuevo material mejorado, aunque el verdadero énfasis de la noticia reside sin duda alguna en la sensible reducción a la hora de elaborar el hormigón con respecto a cómo se hace habitualmente mediante la vía tradicional. Esto se traduce en un gran ahorro en las emisiones de carbono que tan peligrosas son para el medio ambiente. En concreto, unos 446 kg por tonelada menos, un dato abrumador.
Se prevé que pronto se comience a emplear este nuevo descubrimiento a gran escala y consigamos ver en todas las construcciones la combinación del grafeno y el hormigón, sobre todo en aquellas edificaciones acuáticas, que al fin y al cabo son las que más se beneficiarán de dicha implementación.