Contratar un seguro privado para tu salud es no es una decisión fácil, ya que hay multitud de compañías que ofrecen diferentes coberturas. Por ello, queremos darte algunas claves para que encuentres el seguro de salud privado que más se adapte a tus necesidades.
Los comparadores de seguros, la mejor herramienta para valorar opciones
Una de las herramientas que te facilitará enormemente la tarea de encontrar el seguro de salud que necesitas es un comparador. Un ejemplo es SegurosQuiero, un comparador de seguros de salud que analiza la oferta de las principales compañías aseguradoras.
Existen multitud de compañías aseguradoras y, a su vez, cada una de ellas ofrece distintos grados de cobertura. Por este motivo, utilizar un comparador de este tipo es fundamental, ya que te permitirá conocer y valorar las distintas alternativas del mercado.
Este tipo de sistemas se ha perfeccionado mucho en los últimos años y funciona de la siguiente manera: en primer lugar, el usuario ha de incluir sus datos personales, tales como edad, si es hombre o mujer… ya que en función de estos datos, las compañías establecen unas u otras tarifas y ofertas.
Una vez incluidos estos datos, la herramienta se encarga de lanzar una búsqueda entre todas las compañías aseguradoras y sus distintas ofertas, hasta dar con uno o varios resultados que se adecúen a los parámetros incluidos durante el proceso de filtro.
Con estos resultados, el usuario descarta ya de antemano toda la información que no le conviene y, directamente, puede valorar entre las propuestas específicas que se ajusten a sus necesidades, a su presupuesto y, por supuesto, a su propio perfil.
Y es que con la salud, no se debe escatimar. Por este motivo, elegir una buena compañía es fundamental en un ámbito como es tu salud. Por eso es importante que valores todo lo que te ofrece cada una de ellas y comparar entre las diferentes ofertas, ya que lo que está en juego es tu propio bienestar.
Claves para elegir el mejor seguro médico
Lo más importante de todo es plantear varios factores que las compañías tendrán en cuenta a la hora de ofrecerte una u otra póliza. Factores como si sois uno o varios miembros de la familia, edades, estado de salud y hábitos cotidianos influirán en si finalmente debéis decantaros por una u otra opción.
Por norma general, las compañías suelen ofrecer un servicio bastante completo, aunque algunas establecen pequeños copagos. Es muy frecuente en el caso de los tratamientos psicológicos, que no todos los seguros incluyen pero sí que pueden salir bastante más económicos.
Por este motivo, al final es importante tener en cuenta que el precio dependerá mucho de las necesidades que quieras cubrir en cada caso. Una vez tengas claro los aspectos que quieres que cubra, ya puedes decantarte por uno u otro según cual sea el que mejor se adapte a tu bolsillo.
Tipos de seguro
Existen tantos tipos de seguros como compañías aseguradoras y el rango de precios también cambia bastante de una a otra. Por ello, a la hora de elegir tu seguro médico, debes decidir entre unas cuantas de modalidades que son común en todas.
Uno de los tipos de seguro que te puede salir más rentable es el seguro de cuadro médico básico. Con este tipo de seguros podrás disponer de la lista completa de médicos que incluye la compañía aseguradora y de sus centros asociados.
No obstante, este tipo de seguros básicos no suele incluir algunas pruebas médicas ni aspectos como intervenciones quirúrgicas u hospitalizaciones. Esto es algo que debes tener muy en cuenta, ya que en el caso de necesitarlo tendrás que acudir a la sanidad pública o pagarlo aparte.
Otra categoría es el seguro de cuadro médico completo, una de las más habituales. En este tipo de seguros ya sí que se incluye el acceso a las especialidades y, asimismo, operaciones, intervenciones y días de hospitalización para el paciente.
También puedes decantarte por los seguros con reembolso. En este tipo de seguros, el paciente puede visitar a los médicos que le ofrece la póliza contratada y, además, otros especialistas que estén fuera de la compañía. En estos casos, el cliente abona la factura y después el seguro le devuelve un porcentaje.
Por último, hay que saber también que existen seguros con copago y sin él. En el caso de elegir un copago, el cliente abona una cuota un poco más reducida, pero tendrá que abonar una cantidad acordada, en cada caso, cuando haga uso de los servicios contratados.
En definitiva, contratar un seguro privado para tu salud puede ser muy fácil y no tiene por qué llevarte excesivo tiempo. Utilizando un comparador y valorando bien qué necesitas exactamente, darás con la alternativa que más se adecúe a tus necesidades.
