Las evidencias de que las temperaturas de la superficie de la tierra vienen variando a lo largo de los años y su influencia en el cambio climatico junto a los efectos secundarios que este ha venido generando en todo el ecosistema natural de la tierra, están siendo seriamente estudiadas por expertos y por no tan expertos.
La suma de conciencias ante esta realidad que puede llegar a ser perturbadora, debe convertirse en pieza fundamental para que, ese cambio, en lugar de generar consecuencias nefastas para la existencia de la humanidad, se transforme en el renacimiento de una nueva era, haciendo realidad ese otro mundo repleto de una convivencia sana, donde la igualdad y la equidad entre los seres que lo habitamos sea realmente el núcleo que mueva nuestros planes generales.
Unos de los mayores síntomas del cambio climático causado por los seres humanos, resulta ser el calentamiento global, y este aunado a las catástrofes naturales de las que ya estamos siendo testigos, podría culminar en la extinción, sino completa, de una buena parte de nuestro globo terráqueo.
Este es nuestro gran y único hogar y resulta bastante preocupante el hecho de que se destinen incuantificables inversiones mundiales en estudiar la posible vida humana en otro planeta, en lugar de hacer esa misma inversión en proyectos que impulsen la concientización de toda la humanidad y que surja una verdadera unidad, enfocada en relentizar, paralizar y hasta en el mejor de los casos, revertir los daños que hemos causado a la tierra.
Uno de los daños considerados irreversibles, es el progresivo deterioro de la capa de ozono, causada principalmente por los gases emanados en el ambiente, los mismos que producen los vehículos y grandes fábricas. Esto ha provocado que cada vez más, los rayos de sol penetre intensamente en la tierra y se produzca ese calentamiento.
De allí que surjan otras consecuencias trágicas en nuestro ecosistema, como el derretimiento de los glaciares, la sequía de lagos y ríos que en otrora fueran hermosos caudales, la desaparición de varias especies animales por verse imposibilitados a sobrevivir en un hábitat discordante con su condición natural, la destrucción de corales, los cambios abruptos de clima, el aumento del nivel del mar, entre otros fenómenos, que prácticamente se están convirtiendo en “normales” ante los ojos de la especie humana.
Contaminación: Debe parar ¡ya!
La contaminacion ambiental producida por todos quienes coexistimos en este sistema, es otra de las principales causantes de los cambios negativos que observamos y padecemos en nuestro propio hábitat. La gran cantidad de basura que generamos y procesamos cada segundo es realmente alarmante, en toda la extensión de la palabra.
Debemos parar ya, es el clamor de quienes procuran aportar su grano de arena para hacer posible un cambio sustancial en la conciencia ciudadana. Es importante mencionar que son muchas las organizaciones que se han impuesto con criterios de peso y han mermado las acciones de buena parte de la civilización, es por ello que somos más conscientes de campañas agresivas hablando abierta y directamente sobre este tema, así como también se han venido imponiendo tendencias que apuntan al reciclaje, al bajo consumo energético, en fin, al ahorro de los recursos que nos otorga la naturaleza para vivir dignamente con lo que necesitamos y más, pero utilizando con modestia todas las bondades que nos ofrece nuestro medio ambiente.
Si de bondades debemos hablar, no existe nada más bondadosa que esta, la naturaleza. Los recursos que nos ha puesto a disposición desde que la tierra tiene vida, se hacen incontables y, si es de nombrar uno de los más preciados, necesariamente hay que decir que es el agua.
Por ello, nuestros más grandes esfuerzos deben apuntar hacia la disminución gradual de la contaminacion del agua. No en vano se dice que las guerras futuras en este mundo serán por agua. Quedarán en un gran segundo plano las disputas por combustibles y minerales, sencillamente porque el agua es la fuente de la vida, sin ella nada es posible en este mundo que vivimos.
Acciones concretas y unificadas son netamente imperativas para poner en marcha planes globales que logren alcanzar una conciencia colectiva que haga frente responsable y constante a este realidad que nos golpea a todos, día a día.