Un nuevo análisis hecho a los restos mortales de Adolf Hitler demuestra que el dictador nazi murió en su búnker el 30 de abril de 1945, tal como se afirma en los libros de historia.
El estudio, publicado en el European Journal of Internal Medicine el lunes, es la conclusión del análisis de un equipo de patólogos franceses, que tuvo la oportunidad de analizar un conjunto de restos mortales del fascista alemán recuperados por las fuerzas soviéticas en 1945, y guardados hasta el momento Berlín.
«Son auténticos, no hay duda, nuestro estudio demuestra que Hitler murió en 1945 (…) Podemos parar con las teorías de conspiración», afirmó Philippe Charlier, líder del equipo de patólogos que llevó a cabo la investigación.
El estudio, autorizado por las autoridades rusas, confirma que el dictador alemán se suicidó junto a su esposa, Eva Braun, el 30 de abril de 1945, después de verse rodeado por las tropas soviéticas.
Los restos mortales fueron encontrados por las fuerzas soviéticas el cinco de mayo del mismo año y, a pesar de la fácil identificación de Hitler, las teorías siempre existieron en relación a la muerte del führer, ya que el cuerpo había sido incinerado a expresa petición de Hitler.
Para muchos la muerte del líder nazi no podría tener una explicación tan simple y las teorías comenzaron a multiplicarse: desde una fuga hacia una base nazi oculta en la Antártida hasta la fuga a Argentina.
En 2017, el agente de la CIA Bob Baer aseguró incluso tener pruebas de que Adolf Hitler había fingido su propia muerte. Baer afirmó que el dictador sobrevivió a la invasión que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en Berlín y que falsificó su propia muerte usando un doble, huyendo a Argentina.
Cualquier invento es válido para restar mérito a la heroica victoria de la Unión Soviética sobre el fascismo.
