El transporte marítimo es, a pesar del desarrollo de la aviación comercial, el más utilizado para el comercio internacional, debido a los múltiples beneficios que ofrece. Existen muchos aspectos de esta actividad. Conoce las noticias sobre el transporte marítimo desde nuestro blog con actualizaciones de los últimos acontecimientos de este aspecto tan importante de la economía de cualquier país. Las ventajas son muchas, veamos algunas.
Capacidad
La principal ventaja de utilizar el transporte marítimo es la capacidad de carga. En un buque se puede transportar gran cantidad de contenedores; los mayores tienen una capacidad de hasta 18000 de ellos. Un contenedor es un recipiente normalizado, fabricado en acero, aluminio o fibra de vidrio, que tiene arneses que facilitan su transporte por medio de grúas. Aunque su capacidad interna varía, la mayoría tiene una capacidad de aproximadamente 32 metros cúbicos. En caso de transportar mercancía a granel, es decir, sin el uso de contenedores, los buques tienen capacidad para unas 500000 TM (toneladas métricas), esto se usa para mercancías líquidas como el petróleo, por ejemplo.
Relevancia
El comercio internacional es en su mayoría por vía marítima. Sin el transporte marítimo, el comercio internacional no sería posible a sus niveles actuales. Se calcula que el 90% de las mercancías que se mueven de un país a otro se hace por buques.
Precios competitivos
Otra ventaja importante es la economía, los fletes marítimos tienen precios muy bajos, comparados a otros medios de transporte, y eso se hace más notorio en las grandes cargas. Para las empresas que mueven gran cantidad de mercancía es de suma importancia buscar alternativas que impliquen menores costes.
Si comparamos los precios del transporte marítimo y aéreo, la diferencia se ha incrementado hasta alcanzar niveles históricos en los últimos años. Esto es debido a los aumentos en las tarifas de transporte aéreo y la estabilidad en los precios del transporte marítimo.
Versatilidad
El transporte marítimo puede transportar todo tipo de mercancía, no así el transporte aéreo, que no permite las cargas líquidas o de gran volumen. La vía marítima es la única opción para transportar petróleo, por ejemplo, cuando no es posible la vía terrestre o los oleoductos. También ofrecen la opción de transporte a las empresas que deben mover material peligroso, como explosivos, material inflamable o radiactivo. Para este tipo de carga existe una legislación especial y unos códigos que describen cada tipo de material, además se deben etiquetar adecuadamente.
Amplia cobertura
El planeta tierra está cubierto en sus dos terceras partes por agua, lo que significa que el transporte marítimo tiene muchas opciones de rutas. Especialmente recomendado para grandes distancias, el transporte marítimo puede cubrir casi cualquier trayectoria, solo en el caso de países sin salida al mar, se necesita el complemento por vía terrestre o aérea.
Seguridad
Por la robustez de los buques utilizados en el comercio internacional, son mucho menos los retrasos por condiciones meteorológicas o climatológicas, los buques son más confiables a la hora de finalizar una travesía. Las embarcaciones están equipadas con dispositivos de alta tecnología para prevenir, detectar y solucionar los problemas que se puedan presentar en cuanto a la seguridad de la mercancía.
La importancia de planificar
Hay algunas desventajas en utilizar la vía marítima, las principales son el tiempo y los trámites. En efecto, los tiempos de recorrido para las mercancías son mucho mayores que en el transporte aéreo e incluso el terrestre. Por otra parte, los trámites aduaneros son más engorrosos y largos. Para subsanar estos dos aspectos es importante contar con un buen gestor de comercio exterior que haga una planificación eficiente de la actividad. La logística es muy importante, hay que tener claro en qué momento debe estar la mercancía en el puerto de salida y en qué condiciones, el tiempo total del recorrido y en qué momento se tendrá disponibilidad de la mercancía ya descargada en el puerto de destino, todo esto para no fallar a los clientes finales o entorpecer la distribución.