Tener un familiar adicto es un problema que sufre toda la familia. ¿Cómo ayudar a esa persona tan querida a recuperarse?
Existen adicciones que pueden poner en riesgo la vida de una persona, y no solo la de ella, también de la familia y amigos.
Que una persona se convierta en adicta es un problema que al final lo padecen todos, y cuyas consecuencias pueden ser horribles si no se acaba con ellas.
Una persona se convierte en adicto cuando una sustancia o actividad se vuelve tan indispensable en su vida que llega a ser un estorbo para poder realizar sus obligaciones cotidianas. El único deseo del adicto es tener a su alcance eso que le hace sentir bien. Y cuando no lo tiene se siente indefenso y mal físicamente.
Es importante ayudar al adicto a tratar de abandonar sus adicciones. Éstas pueden llevarle a tener enfermedades graves e incluso, la muerte. Pero la pregunta es, ¿cómo se ayuda a un adicto?
Ser francos
En muchas ocasiones, el adicto ni siquiera se da cuenta de que lo es. Piensa que solo lo hace porque se siente bien, pero la realidad es que ya no puede vivir sin eso que lo ha convertido en adicto. Cuando no lo obtiene se puede volver agresivo.
Es importante que la familia y los amigos tengan la confianza suficiente para poder sentarse con la persona y explicar claramente la situación. Deben hacerle entender que no está bien, que necesita ayuda, y que ellos se la van a proporcionar.
La sinceridad y el cariño son dos cosas necesarias en este caso. La persona adicta en un principio negará que tenga el problema. Pero si se habla tranquilamente, es posible llegar a razonar.
Buscar un tratamiento cuanto antes
No hay que esperar a que el problema vaya aumentando, cuanto antes se consiga un tratamiento para el adicto, mucho más fácil será llegar a la solución.
La persona que se encuentra en esta situación no siempre pedirá la ayuda que necesita. Hay que tomar la iniciativa, buscar información sobre la adicción y encontrar el mejor tratamiento lo más pronto posible. En el Paseo de Santa María de la Cabeza 12 pueden ayudar a controlar las adicciones, puede ser un buen lugar para comenzar.
Los cuidados para el cuidador
Esto es algo básico y muy importante. La mayor parte de la gente que debe cuidar de otros, adictos, personas mayores o con enfermedades, suelen dejar a un lado su propia salud. Es como si por cuidar a otra persona ya no pudieran tener en cuenta sus propios sentimientos.
No es egoísta cuidar de uno mismo. Estas situaciones pueden llevar a una persona hasta lo más profundo de un pozo de ansiedad. La persona que cuida a un adicto debe buscar ayuda para sí misma.
Actividades en familia para apoyar al adicto
Recuperarse de una adicción puede conllevar mucho tiempo y posibles recaídas. No hay que desanimarse por ello, el problema no desaparecerá de un día para otro.
Puede ser bueno para la persona adicta realizar actividades que hagan que salga de su mente el problema. Por ejemplo, empezar a practicar algún tipo de deporte.
Cuando la persona se encuentre un poco mejor, alejarla de los ambientes que lo han llevado a acabar en esta situación puede ser una buena opción para avanzar en su recuperación. Se puede hacer un pequeño viaje en familia y dar unas Clases de esquí en Sierra nevada.
La montaña es un lugar idílico y tranquilo donde poder respirar aire puro y olvidarse de los problemas. Tal vez, el esquí sea una manera de dirigir su vida hacia algo más constructivo.
Disfrutar de un espacio en el que encontrar serenidad, donde poder pensar, practicar actividades sanas al aire libre y estar en familia, puede ayudar al adicto a tener la mente un poco más despejada.
Practicar turismo es una buena manera de rebajar el estrés, abrir la mente a otras culturas y disfrutar de paisajes y monumentos de interés. ¿A quién no le gusta poder tener un fin de semana libre, coger un Hostel en Granada Centro y salir a conocer la ciudad y sus encantos? Un viaje en familia puede ser el lugar perfecto para unir lazos y hablar con confianza.