Son la mejor opción contra la contaminación acústica pero cuentan con muchas más ventajas. Analizamos el vehículo eléctrico más demandado en la actualidad que está desplazando del parque flotante español a las motos de gasolina.
Con la vista puesta en el medio ambiente, en la sostenibilidad, pero también en la eficacia y rapidez en los traslados, las motos electricas están ganando cada vez más terreno. Estas motocicletas, aunque las hay de distintas cilindradas, están suponiendo toda una revolución, ya que son el modo de propulsión que no causa ni contaminación acústica ni contaminación atmosférica.
Y si bien estas motos no hacen sino aumentar ventas y se las publicita como una gran novedad, la primera motocicleta eléctrica de la que se tiene noticia a nivel patentes data del año 1860 aunque hasta 1911 no se dió a conocer la primera moto eléctrica disponible al público, algo que en aquel momento era toda una excentricidad.
Huelga decir que estas motos no tenían nada que ver con las que se encuentran hoy en el mercado, porque en realidad no fue hasta el año 2017 en que se consolidó este vehículo ecológico y sostenible y lo hizo con el modelo A123 Killacycle, la moto que se alimentaba con una batería de ion y litio que consiguió alcanzar los 270 kilómetros por hora.
Los conductores de motos eléctricas ahorran cerca de un 90% en sus facturas de combustible
De entre las muchas ventajas de las motos eléctricas la más destacable es que son la opción real en las restricciones que llevan a cabo muchos ayuntamientos de grandes urbes para acceder al centro de las ciudades, dada la altísima contaminación que se concentra, la opción real para moverse en la ciudad sin ir dejando al paso un aire irrespirable para todos ni un molesto ruido.
Los conductores de motos eléctricas ahorran cerca de un 90% en sus facturas de combustible porque la energía eléctrica, aún siendo cara cuando se refiere a la que se consume en los hogares, es un 10% más barata que la gasolina o el diesel de los vehículos de combustión.
El factor ahorro es, además de sostenible, uno que arguyen muchos de los conductores que se pasan a los vehículos eléctricos, porque las motos eléctricas, según datos de septiembre del pasado año, han aumentado en un 280% aunque los fabricantes avisan que las ventas tuvieron un gran repunte a finales de año, por lo que se podría haber acabado el ejercicio del pasado año con un tanto por ciento aún mayor.
Factores a tener en cuenta antes de comprar una moto eléctrica
Para los que sigan dudando o estén sopesando la posibilidad de comprar una, decirles qué factores deben de tener en cuenta a la hora de adquirirla.
Hay que contemplar cuál es su nivel de autonomía, este es uno de los aspectos que más debates ha suscitado entre conductores porque si bien no se han conseguido equipararse por completo a las de gasolina, el mercado ya cuenta con modelos que alcanzan los 250 kilómetros por hora, lo que hace que el nivel de batería se vaya igualando cada vez más.
La potencia en otro aspecto básico a considerar, ya que también influye en la velocidad y en el precio.
Sobre este no hay que tener tanta precaución como hace unos años, dado que la gran demanda hace que se vayan equiparando a los precios de las motos de gasolina. Eso sí, el mercado de ocasión es todavía inexistente, de modo que se requiere de una inversión inicial si se quiere conducir una.
Sobre el tiempo de carga -un aspecto muy solicitado por los que se interesan por ellas-, apuntar que este va a depender de cada estación. Los cables de recarga nuevos consiguen recargar una moto en tan sólo 30 minutos, mientras que contando con los antiguos se precisan entre 12 y 24 horas, la diferencia es notable. Lo puntos de recarga eléctricos no dejan de aumentar si bien pueden ser insuficientes en las áreas urbanas, por lo que se precisará una mayor previsión, porque por todo lo demás, con la moto eléctrica, se sale ganando.