Aunque en ocasiones no somos conscientes pasamos un tercio de nuestra vida con nuestro cuerpo descansando sobre un colchón y de ello depende en buena medida nuestro estado de salud y la calidad de nuestro descanso. Dormir en un buen colchón resulta fundamental y cambiarlo cuando empezamos a notar que algo no va bien es la mejor decisión que se puede tomar.
Signos a tener en cuenta para cambiar el colchón
Son muchos los signos que podemos percibir para saber cuándo es necesario sustituir el viejo colchón por uno nuevo para descansar mejor, pero sin duda los más destacables son los que se muestran a continuación:
Sufrir de insomnio sin motivo
La importancia de los colchones para alcanzar un sueño profundo y reparador es más importante de lo que creemos. La situación en la que se encuentre el colchon es determinante para la capacidad que tenemos de relajarnos y quedarnos dormidos en poco tiempo y también para mantener el sueño durante la noche. Cuando el insomnio aparece con demasiada frecuencia y no está relacionado con un problema médico lo más seguro es que esté causado por el deterioro del colchón, así que es el primer signo a tener en cuenta para cambiarlo.
Higiene
Existe una gran falta de conocimiento respecto a la importancia de la higiene en los colchones y se piensa que por lavar las sábanas y la funda del colchón ya tenemos la cama limpia de nuevo. Lo cierto es que el paso del tiempo convierte a los colchones en un lugar insalubre aunque de apariencia no lo parezca, y es que llegan a acumular más microorganismos que el que pueda tener una alfombra de casa, algo que resulta muy perjudicial para la salud.
Esto es así porque se acumulan todo tipo de sustancias orgánicas que se desprenden de nuestro cuerpo al dormir, como puede ser la piel muerta o restos de sudoración. Si a ello le unimos la gran cantidad de ácaros del polvo que tienen los colchones con años de uso estamos ante un cóctel muy perjudicial para la salud.
Tiempo de uso del colchón
La higiene anterior es algo a veces imperceptible por el ojo humano, pero un dato infalible para determinar si el colchón está en condiciones higiénicas adecuadas o no para el uso es el tiempo de vida que tiene. La vida media de un colchón está en torno a los 10 años, y a partir de ese momento es fundamental sustituirlo tanto por cuestiones de higiene como por el desgaste técnico que ha sufrido tras años de uso diario. En cualquier caso es una cifra orientativa y dependerá de los materiales y de la calidad del colchón.
Sensación de cansancio al despertar
Algo muy frecuente entre propietarios de colchones en mal estado es que se levantan por la mañana con todo tipo de dolores y con la sensación de no haber descansado bien la noche anterior. Es muy habitual creer que es fruto de la edad, pero lo cierto es que el colchón tiene una influencia mayúscula en este tipo de situaciones. Descansar en un colchón nuevo ayuda a eliminar esta sensación de cansancio y a partir de los 40 años es recomendable sustituir el colchón cada 7 años en lugar de cada 10 para cuidar nuestro cuerpo que comenzará a mostrar signos de envejecimiento.
Hundimientos y deformaciones
Detectar hundimientos en ciertas zonas de mayor uso del colchón o deformaciones que no tendría que tener es uno de los signos más claros que indican que el colchón no debe seguir siendo usado. Un colchón hundido o deformado puede causar a medio y largo plazo graves problemas en la espalda, ya que deformará de igual manera la postura habitual que tomamos al sentarnos o al andar y con ello se deformará nuestra columna vertebral. Y además de a nivel de salud también es perjudicial dormir en un colchón hundido a nivel emocional y psicológico, ya que suele generar cierta ansiedad al no encontrar nunca una postura cómoda para el cuerpo.
Estos son los 5 signos más importantes a tener en cuenta a la hora de saber si ha llegado el momento de sustituir tu colchón por uno nuevo o si por el contrario sigue en buen estado. Y es que cuando hablamos del descanso es fundamental evitar situaciones que perjudiquen nuestra salud.