Vaya donde uno vaya, sea prácticamente el país que sea, no será complicado encontrar sin buscar demasiado establecimientos que ofrezcan como especialidad la comida italiana. Esta se ha convertido en un éxito gastronómico a lo largo de los años alrededor del mundo, expandiendo la cultura tradicional del país y convirtiéndose en una referencia para millones de personas que disfrutan de la amplia variedad de platos que se encuentran sus cartas.
Porque si algo tiene la cocina italiana es que resulta especialmente eficaz por su polivalencia; sirve tanto para aquellas ocasiones en las que uno busca comida rápida como para cuando se requiere un convite más formal y con calidad añadida. Estas amplias posibilidades culinarias han servido, como se mencionada, para esta se granjee un nombre a lo largo y ancho del globo en una tendencia que no deja de aumentar conforme pasan los años, ubicando a la misma en el centro de las tendencias y de las miradas por parte del público más internacional.
La internacionalización, no obstante, también ha traído consigo sus aspectos menos agradables, como es la cuestión de que la cocina tradicional se vaya perdiendo por el camino y sea desarrollada por personas con escasos conocimientos de la misma, dando lugar a una experiencia culinaria muy inferior de lo que cabría esperar. Esto es especialmente notorio fuera de Italia, donde restaurantes supuestamente especializados ofrecen platos que, si bien incorporan alguna técnica o ingredientes clásicos de la cocina de dicha región, no son fieles a la realidad ni en calidad ni en resultado.
Disfrutar fuera de Italia es posible
Por supuesto, esto no quiere decir que fuera del territorio natal de este estilo culinario no se puedan encontrar excelentes lugares en los que paladear todos los sabores mediterráneos que han encumbrado su gastronomía. Uno puede, por ejemplo, disfrutar de una buena comida italiana sevilla, donde es posible encontrar más de un restaurante italiano de excelente calidad en el que encontrar desde las tradicionales pizzas hasta lasagnas o pasta, todo ello cocinado con la delicadeza y los ingredientes tradicionales que se han ido transmitiendo de generación en generación. La clave para dar con el lugar idóneo para disfrutar de estas comidas es, precisamente, que se sigan al pie de la letra las recetas italianas perfeccionadas con el paso de los años.
Además de Sevilla, por supuesto, hay otras muchas ciudades a lo largo y ancho de la geografía nacional en los que poder disfrutar, de manera más formal o más distendida, de los risottos, los panzerotti, espaguetis e incluso helados. España es un país que comparte buena parte de las tradiciones culinarias con Italia, un hecho reforzado de manera evidente en la zona mediterránea y, por tanto, no solo se sabe apreciar en gran medida este tipo de comida, sino que además se prepara con un alto nivel cualitativo.
A la hora de encontrar los mejores lugares en los que poder disfrutar de comida italiana, lo ideal es realizar una búsqueda primaria en Internet en busca de recomendaciones o valoraciones de establecimientos por parte de personas que ya hayan estado. De esta manera, a uno nunca se la darán con queso –o con parmesano, mejor dicho– y encontrará aquello que estaba buscando para cada tipo de ocasión concreta.
La italiana, una cocina llena de mitos
La extensión y popularización de la cocina de Italia ha llevado consigo algunos mitos o aceptaciones culturales que solo son verdad fuera de las fronteras de este país. Entre estos destacan la fórmula de tirar los espaguetis a la pared para determinar si están en su punto, la creencia de que hay que «bañar» la pasta con un chorrito de aceite en su preparación, que todas las recetas han de llevar queso de manera obligatoria, que la salsa carbonara lleva nata y bacon (aunque parezca increíble, no lo lleva) o que todo ingrediente vale cuando se trata de una pizza (las frutas quedan excluidas).
No todo es como parece, por tanto, en la gastronomía proveniente de Italia, ni mucho menos. Lo que sí es seguro es que la variedad de sus manjares, añadido a lo divertido que puede ser disfrutar de muchos de ellos, hacen que sea una cocina muy atractiva para el mundo actual. Aprender a disfrutar de ella es fácil y, si no uno no anda con cuidado, será muy sencillo terminar convertido en un auténtico adicto de las masas, el queso y las refinadas salsas.