La irrupción, hace ya unos años de internet, ha revolucionado nuestra sociedad. Las nuevas tecnologías se han adentrado en los hogares y las empresas, para cambiar por completo, tanto los ratos de ocio como la forma de trabajar. Todo lo que sucede a nuestro alrededor está marcado por la era digital en la qué vivimos.
Internet es la herramienta principal de trabajo de la mayoría de empresas y negocios actuales. Tener acceso a la red es realmente fundamental, ya que de esta forma se podrá disfrutar de un nicho de mercado mucho más amplio. Aprovechar todas las posibilidades que ofrece el ciberespacio, le ha permitido a un gran número de compañías globalizar sus servicios, atraer a un mayor número de clientes e incrementar sus ventas.
Sin embargo, tan importante como disponer de acceso a internet, es disfrutar de una conexión rápida y estable, una conexión que vaya acorde al uso que le vayamos a dar a la red para poder realizar con fluidez todas las tareas. Y para saber el tipo de conexión que tenemos o necesitamos, nada mejor que hacer un test de velocidad.
¿Qué es un test de velocidad y cómo funciona?
Tal y como su nombre indica, un test de velocidad es una prueba que se lleva a cabo para conocer la velocidad de la conexión a internet que disponemos. Un test que nos dará como resultado, entre otros, la velocidad de descarga de datos al ordenador (download) y la velocidad de subida y envío de datos a internet (upload).
Hay otro dato muy interesante que se suele recabar en estos tests de velocidad y que lleva el nombre de respuesta o ping. En este caso, se trata del tiempo que necesita la conexión que tengamos para unirse al servidor de internet, una cantidad de tiempo que se mide en milésimas de segundos.
En realidad, lo que hace un test de velocidad es medir si la velocidad de conexión que tenemos en un momento determinado se corresponde con la que tenemos contratada con el operador.
El funcionamiento de un test de velocidad es muy sencillo. Para una medición más correcta y fiable, lo más recomendable es desconectar todos los dispositivos de internet a excepción de aquel con el que vayamos a realizar la prueba. Además, es preferible que durante el transcurso de la medición no haya ninguna descarga en segundo plano o abierta una aplicación de streaming de audio o de vídeo. Si la medición se lleva a cabo en un ordenador, lo ideal es cerrar todas las pestañas excepto aquella en la que tengamos la página del propio test.
Otro de los detalles aconsejables es tratar de hacer la medición o bien conectado al router mediante cable o al menos cerca de él. Todo lo anterior podría provocar que la medición del test no fuera lo más fiable posible, ya que estarían afectando a la conexión, factores externos.
La mejor opción para hacer un test de velocidad fiable la encontramos en la web www.testvelocidad.es. Una prueba que apenas dura 20 – 30 segundos, donde se pueden obtener tanto los resultados de la velocidad de descarga, como los de subida y la respuesta de conexión. Un dato, este último, que no ofrecen precisamente todos los tests de velocidad.
La velocidad de internet en la navegación por la red
A veces no estamos demasiado contentos con la velocidad y la calidad de la conexión a internet con la que contamos. Ésta es una de las razones por las que precisamente acudimos a un test de velocidad, con la intención de conocer si el problema de nuestra conexión es nuestro o del operador que tengamos contratado.
Elegir la conexión más adecuada dependerá del uso que le vayamos a dar a internet. Es evidente que si sólo lo vamos a utilizar para navegar por la red, enviar y recibir correos o utilizar nuestras redes sociales, no será necesaria una conexión demasiado rápida. Sin embargo, todo cambia si empleamos internet para trabajar o lo dedicamos para disfrutar de juegos con una carga alta de resolución.
En muchas ocasiones, el problema no se halla en nuestra propia conexión, sino más bien en el tiempo que un servidor tarda en cargar una página web. No obstante, lo que sí depende realmente de nuestra conexión, es la carga completa de la página. Si ésta se produce de forma lenta, será recomendable realizar un test de velocidad.
De todas formas, no todas las páginas webs cargan a la misma velocidad, ya que unas son más pesadas que otras, especialmente aquellas que contienen numerosas imágenes y vídeos. En función de la conexión que tengamos, esas páginas se abrirán a una velocidad u otra, puede ser un dato más que fiable para pensar si necesitamos una conexión más rápida o no.
Todo lo anterior, lo que nos demuestra es que la velocidad de conexión que tengamos no influye al 100% en la navegación por la red. Es cierto que se trata de un dato más que relevante, pero en otras ocasiones, el problema o la lentitud no van a depender de esta conexión, sino del servidor de la web.
Es por esto, por lo que realmente resulta más que interesante realizar de vez en cuando un test de velocidad. Una prueba que nos permita tener la certeza de la velocidad de subida y bajada con la que contamos para manipular nuestros archivos en la red y el tiempo que necesitaremos para recibir y enviar los mismos.
Dependiendo de la velocidad de subida y bajada con la que contemos, vamos a poder disfrutar de mayor o menor calidad a la hora de consumir contenido audiovisual. De ahí que si somos usuarios que suelen ver vídeos, series o películas en nuestros dispositivos, va a ser muy importante conocer cuál es la velocidad exacta que necesitamos para poder ver estos contenidos con la suficiente calidad y sin que haya parones u otros errores de conexión.