Las cicatrices del cuero cabelludo son bastante llamativas precisamente por la ausencia de pelo en ese tejido, algo que durante mucho tiempo ha sido motivo de complejo para muchos tras accidentes o brechas.
Sin embargo, Rosa Gómez DermoArte, ha encontrado una solución innovadora: la combinación de micropigmentación reparadora y la tricopigmentación capilar como técnica para desarrollar lo que se ha venido a llamar la micropigmentación reconstructiva 3D.
“La tricopigmentación consigue disimular la falta de pelo de la zona afectada gracias a la inyección de pigmento en la capa superficial de la piel calva. Aunque sorprenda, es un tratamiento más habitual de lo que parece en personas que sufren de alopecia o despoblaciones capilares, ya sea por causa de alguna enfermedad o por genética. Sin embargo, en el caso de la piel cicatrizada, al tener un tono distinto, se sigue apreciando esa diferencia de color que no terminaba de disimularlo” explica.
En su afán perfeccionista dio con la clave. Aplicando previamente la micropigmentación reparadora en la cicatriz, ésta se igualaba con el tono de la piel y entonces, al utilizar el método de tricopigmentación para simular el crecimiento capilar, ya dejaba de verse la diferencia de tejido.
“Lo primero que hay que tener claro es que no se puede practicar la micropigmentación en una cicatriz reciente, solo cuando ya esté debidamente curada y sana” explica Rosa ya que, de hacerlo de forma precoz, sobre todo en el caso del cuero cabelludo, existe bastante riesgo de que se produzca una separación de los bordes y por consiguiente se produzcan las tan antiestéticas cicatrices hipertróficas o queloides.
Hasta ahora no hay constancia de que esta técnica esté realizándose en otro sitio distinto a Huércal – Overa, en Almería, lugar en el que Rosa Gómez realiza sus servicios, algo que hace que hasta esta localidad de poco más de 18000 habitantes lleguen cada vez más interesados desde cualquier rincón de España.
