El compresor de aire se basa en un sistema tecnológico complejo que comprime aire por enfriamiento y lo almacena en un compartimento. Sirve para poder expulsar dicho aire, una vez que se haya comprimido. Este aire sale disparado, a gran velocidad y con elevada fuerza. De esta manera, es capaz de desarrollar un trabajo con bajo consumo de energía.
Cómo elegir el mejor súper compresor no es tarea sencilla. El compresor genera energía por compresión; usa la energía mecánica y la convierte en energía neumática. El aire sale disparado, a presión. Con la fuerza resultante, puede accionar otra herramienta u otra máquina. Tiene multitud de aplicaciones. Para cada una de ellas, el compresor debe de reunir ciertas características. Al ser tan versátil, no resulta fácil saber cuál es el mejor compresor de aire para cada caso.
Esta pequeña guía pretende ayudar a elegir el compresor más eficiente y económico para cada uno. Asimismo, para saber qué sitio es el mejor para adquirir el que se necesita, lo más recomendable es consultar la página web supercompresores.com en donde están los precios de venta y ofertas de mayor interés. En esta página se pueden encontrar unas comparativas de las características de cada aparato, con docenas de modelos y marcas para dar con el más adecuado.
El compresor es una herramienta muy eficaz, que facilita enormemente el trabajo tanto en las tareas domésticas (como pintar una casa o inflar la rueda de una bicicleta, o incluso del coche), como para multitud de usos profesionales, en talleres mecánicos (por ejemplo, el elevador de los automóviles) y otras actividades industriales que requieren el desarrollo de gran cantidad de fuerza, pero optimizando y minimizando el consumo y el gasto energético.
Modelo de compresor: lo que hay que tener en cuenta
La primera característica a tener en cuenta a la hora de elegir un compresor de aire es la presión con la que trabaja y a la que somete al aire que almacena. Esta presión se mide en bares, o en libras por pulgadas cuadradas. La mayoría de los compresores no necesitan presiones superiores a los seis bares para funcionar con total normalidad.
Otra cuestión importante es su capacidad de almacenaje, o sea, el tanque y la capacidad del flujo del aire comprimido. Es una característica primordial, ya que hay trabajos o máquinas que necesitan recibir hasta 6,6 litros por minuto (por ejemplo, las pistolas de pintura y algunos taladros), y hay trabajos y máquinas que requieren incluso más, si trabajamos con un super compresor conectado a varias de ellas a un mismo tiempo.
La potencia del aparato es otro factor importante. Esta puede oscilar por lo general entre uno y seis caballos de fuerza. Los compresores con poca potencia se usan para tareas sencillas, generalmente en el ámbito del hogar, como inflar llantas. En cambio, si el compresor va a ser utilizado a nivel industrial, necesitará más potencia. Un trabajo que requiera la salida de unos mil litros de aire comprimido por minuto precisará que se utilice un compresor de cinco caballos de fuerza.
La portabilidad es otra de las primeras características en las que hay que pensar. ¿Vamos a utilizar el compresor de aire en un área de trabajo permanente, o hay que trasladarlo de un lugar a otro para poder trabajar? El entorno de uso es importante. En una casa o en un edificio, la fuente de alimentación habitual es el enchufe a la red eléctrica. Pero para trabajar al aire libre, o en zonas donde no existen tomas de corriente cercanas, lo aconsejable es utilizar un compresor de aire con batería autónoma, o que funcione con combustible, normalmente con gasolina o con gas.
Los compresores de aire se utilizan en el hogar o en cualquier ámbito doméstico para barnizar muebles o puertas de madera, pintar, inflar las llantas del coche o de una bicicleta, inflar balones, etcétera. En el ámbito industrial se suelen utilizar para cortar determinados materiales, perforar agujeros, atornillar, hacer taladros, lijar, remachar y otras tareas semejantes.
En cuanto al precio, los compresores portátiles suelen tener menos potencia y menos capacidad que los que están fijos en un mismo lugar y, por lo general, su precio es más elevado.
De venta por Internet
En la actualidad no hay nada que no pueda ser vendido por Internet y los compresores de aire no son una excepción. Los trámites de compra y el pago con tarjeta de crédito son sencillos y seguros. Lo mejor es acudir a páginas especializadas como supercompresores.com. En ésta se encuentran los precios de venta, características y ofertas interesantes que harán que ahorremos dinero si realmente deseamos adquirir uno para nuestro negocio o casa (compresor industrial vs compresor doméstico de baja potencia).
Al comprar por Internet se disfruta de multitud de comodidades. De entrada, el usuario evita tener que desplazarse a varias tiendas para comparar diferentes modelos y precios. Estas comparaciones se pueden hacer desde un ordenador, online, e incluso ver las instrucciones de cada uno de ellos, la presión con la que funcionan, su caudal, su nivel de ruido y otros detalles técnicos.
La web ofrece asesoría online de profesionales expertos que ayudarán a decidir el mejor modelo para cada necesidad, a un precio más bajo que el que se pueda encontrar en tiendas y comercios convencionales.
En cuanto al envío, la compra por Internet ofrece un envío más rápido. La media de espera una vez hecha la compra oscila entre dos y tres días, según el modelo. El cliente no tiene que cargar con el aparato porque se los llevan a la dirección que indique.