El Satisfyer se ha convertido en todo un fenómeno en las últimas semanas. Este succionador de clítoris está protagonizando decenas de noticias por su capacidad de proporcionar placer a las mujeres.
El hecho de que se hable con naturalidad de este juguete erótico femenino ayuda a que la sexualidad de las mujeres vaya adquiriendo un lugar que no había ocupado hasta el momento, pues siempre había estado, de algún modo, supeditada al placer masculino.
En este sentido, resulta curioso que solo interese la sexualidad femenina cuando se puede comercializar, es decir, cuando genera réditos económicos, sí interesa el placer sexual de las mujeres.
Dar naturalizar la sexualidad es dar un paso más hacia el progreso y el avance. El sexo es salud y hay que saber disfrutar de la sexualidad.
Disfrutar del sexo para ganar en salud
En las parejas, el sexo es una práctica muy importante. Cada persona experimenta su sexualidad de manera distinta en función de la edad y el tipo relación, Sin embargo, la sexualidad está íntimamente relacionada con la salud sexual, y para que esta sea óptima entran en juego tanto la salud física como la emocional.
Una buena salud sexual se refleja directamente en un bienestar físico, emocional y mental, pero para llegar hasta este punto es importante tener en cuenta varios condicionantes sociales.
En primer lugar, para conseguir una buena salud sexual hay que perder la vergüenza, conocerse a uno mismo, comunicar a la pareja (estable o casual) cómo te encuentras, qué te gusta en el sexo y con qué prácticas te sientes cómodas.
Un segundo aspecto a valorar es que el sexo, si bien es salud, también puede ser una práctica de riesgo, de modo que se aconseja garantizar siempre la seguridad y acudir a especialistas para informarse sobre la posible aparición de enfermedades de transmisión sexual.
Gracias a esto, se conseguirán unas relaciones sexuales saludables que incluyan la prevención de enfermedades y la planificación familiar.
Los juguetes sexuales como vehículo para disfrutar del sexo
A la hora de distrutar de una sexualidad plena y placentera entran en juego muchos factores. El cansancio y las largas horas de trabajo condicionan en muchas ocasiones esta actividad, disminuyendo la libido dentro de la pareja.
Para combatir estas situaciones, existen muchas opciones que permiten experimentar y disfrutar del sexo mejorando la salud sexual en la pareja. Una de las más demandadas son los conocidos juguetes y productos eróticos.
Apostar por estos útiles que maximizan el placer implica acudir a un sex shop, como es el caso de Mi Orgasmo. Estos establecimientos no solo ofrecen artículos eróticos, sino que cuentan en muchas ocasiones con la asesoría de terapeutas y sexólogos que ofrecen consejo a clientes e interesados por estos juguetes.
Cualquier excusa es buena para probar cosas nuevas. En el caso de los juguetes sexuales existen muchas alternativas tanto para hombres como para mujeres e incluso los diseñados para que disfruten ambos.
Los aceites para masajes, por ejemplo, son ideales para iniciarse en estos productos. Más adelante la pareja puede iniciarse en los comestibles, las fragancias estimulantes y los estimulantes que generan sensación de calor para aumentar la excitación previamente y durante la relación.
Los juguetes eróticos los hay para todos los gustos, pero todos ellos tienen como máxima ayudar de un modo u otro a que la pareja o la persona que los utilice disfrute con mayor plenitud de su actividad sexual.
Los juegos de mesa con dados suben la temperatura y potencian el deseo mientras que el Kamasutra ayuda a conocer nuevas posturas. Todos estos artículos favorecen los momentos íntimos y normalizan el sexo.
Las bolas chinas y la recuperación de la musculatura pélvica
Entre todos los artículos que podemos encontrar en un sex shop, uno de los más versátiles son las bolas chinas. Más allá de ofrecer placer, las bolas chinas están indicadas en algunos casos para fortalecer la musculatura pélvica.
Así, muchos especialistas las recomiendan durante la planificación de un embarazo, en los años previos a la llegada de la menopausia, tras haber dado a luz en varias ocasiones, en mujeres que suelen cargar habitualmente peso o para aquellas que vayan a someterse a cirugía pélvica, entre otras ocasiones.